Los usuarios del transporte público de Maracaibo denuncian las condiciones en la que se encuentran las unidades vehiculares.
Como si se hubiese detenido en el tiempo, así se encuentra el transporte público de la ciudad de Maracaibo, pues la flota de unidades tiene más de 40 años y permanecen rodando a pesar de la escasez de repuestos, pero aunque continúan prestando el servicio, sus usuarios se quejan de las pésimas condiciones en las que se encuentran algunos de los vehículos.
En las paradas de la capital zuliana se escuchan las diferentes molestias por las pocas unidades que aun trabajan, pero principalmente por el mal estado de estas.
Yamelis Oquendo, usuaria de la línea Pomona, aseguró que por las condiciones de estos carros en varias oportunidades se le ha roto parte de su vestimenta.
“Una de las puertas estaba de mirarla y no tocarla, me tocó ir del lado de la ventana, cuando me fui a bajar mi falda se quedó enganchada y tuve que agarrar un taxi de regreso para mi casa”.
Un usuario de la línea Milagro llamado José Guevara, aseguró que por lo general estas unidades tienen los asientos rotos y que esto representa un potencial peligro para todos los pasajeros.
“Los cojines siempre están llenos de polvo y pa’ completar rotos, eso trae por debajo material metálico y, si por mala hora una persona no se percata de eso imagínate el daño que puede causar, porque no sólo es que te rompa la ropa, sino que si te pinchas te enfermas de tétano y como no se consiguen medicamentos pues te mueres”.
Jazmín Zabaleta, usuaria de la línea Circunvalación 2, manifestó que en algunos casos las palancas de las puertas conservan residuos de grasa, además de que al embarcarse en estas unidades se percibe un fuerte olor a gasolina.
“Si no sale una llena de grasa entonces es porque se te impregna la gasolina en la ropa, siempre tiene uno que bañarse de antibacterial, pero qué más puede uno hacer esa la única opción de transporte que tenemos”.
Los usuarios pidieron que se realicen operativos de evaluación de estas unidades con el fin de que sean corregidas las fallas y brinden las condiciones necesarias para continuar laborando, además de que se incorporen vehículos modernos para evitar incomodidades a la hora de transportase.