El embajador Fernando Gerbasi, salió hace un año de Venezuela tras la decisión del gobierno de que se emitiera una orden de captura en su contra por pensar diferente.
El embajador jubilado Fernando Gerbasi, entregó 34 años de su vida al servicio exterior del gobierno de Venezuela, del cual decidió retirarse en el año 2003. A pesar de haber representado al país en países como Colombia, Brasil, Alemania, Malta, además de organismos internacionales como la ONU y la FAO, en el año 2014 el presidente Nicolás Maduro dijo públicamente que se había dictado una orden de captura en su contra por vinculación con los actos de violencia desarrollados el 12 febrero de ese mismo año.
En entrevista para El Correo del Orinoco, reveló sentirse mal por esta situación, pues a sus 73 años lo que debería prevalecer es su trayectoria profesional de entrega al país y no una persecución del gobierno por pensar diferente.
«Me sorprendió porque nunca me imaginé que porque uno se opusiera a un régimen, además de que uno se opusiera de manera intelectual, porque me opongo es con las ideas, porque no tengo posibilidades de actuar con la acción, pudiera sufrir no solo la persecución de la cual fui objeto, sino también mi familia».
A raíz de un tuit publicado en su cuenta @fernandogerbasi en el que dice «somos demócratas, constitucionalistas y pacifistas», además de una supuesta conversación con el ex jefe de Casa Militar durante el gobierno del exmandatario Carlos Andrés Pérez, Iván Carratú Molina, desencadenó la orden del gobierno de apresarlo.
El Embajador también lamenta que a pesar de saberse y declararse inocente de los cargos por los que se le acusa, no ha tenido el apoyo que esperaba por parte de representantes de la oposición venezolana.
“Un cierto grado de decepción también, porque mucha gente no ha comprendido lo que ocurrió y uno siente que a pesar de la lucha que uno ha mantenido en pro de sus valores y principios democráticos, y yo diría que también de los principios morales y éticos que guía nuestra vida, no hemos sentido la solidaridad que esperábamos, pero yo creo que uno no debe vivir de los demás».
Testimonio de una diplomacia activa
En la actualidad Fernando Gerbasi reside en Madrid en calidad de asilado político y hace unos días publicó el libro Testimonio de una diplomacia activa. Colombia 1990–1992 y 1997-2000 en el que narra su experiencia como Embajador de Venezuela en Colombia durante dos períodos totalmente diferentes e importantes para ambas naciones. Relata que fue una de sus mejores experiencias como representante del gobierno venezolano en el exterior y lo resume en la siguiente frase:
“Colombia fue sin lugar a dudas la mejor y más completa experiencia de toda mi vida diplomática”.
Destacó que el pueblo de Colombia está constituido por gente de mucho esfuerzo, viva y culta, puesto que como no tuvieron el petróleo que sí tuvo Venezuela para poder desarrollarse, tuvieron que trabajar más y explotar otras vías para generar riquezas.
“Ahora tienen petróleo incluso por ayuda de los venezolanos que tuvieron que dejar el país porque los obligaron cuando los botaron de Pdvsa y ayudaron a trabajar la industria petrolera colombiana”.
El diplomático expresa que su relación con el presidente fallecido Hugo Chávez fue netamente profesional y su trato estuvo basado en la cordialidad, pero lamenta que entre los años 2007 y 2008, los logros alcanzados en los años 90 entre ambas naciones, respecto al tema fronterizo de las aguas del Golfo de Venezuela, se hayan enfriado por “culpa del presidente Chávez y ahora por parte del presidente Maduro” y asegura que el gobierno del expresidente no manejó las relaciones con su par neogranadino, de la misma manera en la que se venía manejando desde el punto de vista ideológico.
“No nos olvidemos que el presidente Chávez llegó a decir que nuestras fronteras con Colombia comenzaban donde estaban las Farc».
«No nos olvidemos de todas las relaciones ideológicas que sostuvo y mantuvo, y que se hizo sumamente crítica en el año 2007 cuando insistió para que (Álvaro) Uribe lo nombrara como mediador entre las dos partes y que luego lo tuvo que sacar de ahí de manera violenta por unas declaraciones inoportunas que él dio y en las cuales involucró incluso al Ministro de Defensa de Colombia”.
Cierre de carácter ideológico
La frontera colombo venezolana es la más viva de América Latina, no solo por la cantidad de habitantes – sólo 800 mil en Cúcuta- sino por la actividad comercial, de trabajo, estudios y servicios públicos que comparten ambas naciones y que se ha mantenido desde hace más de 100 años. Ante el cierre fronterizo impuesto por el gobierno del presidente Nicolás Maduro desde agosto del año 2015, el embajador Fernando Gerbasi dijo que con esta medida los más afectados son los venezolanos.
“Es profundamente negativo, pero sobre todo para los venezolanos porque nosotros nos abastecemos en mucho, sobre todo de productos de primera necesidad, no solamente alimentos, el papel higiénico viene mucho de Colombia”.
Lamentó que en una situación de escasez como la que está viviendo Venezuela, el país pudiera abastecerse con productos de primera necesidad y de medicamentos “que tanto requieren hoy en día para salvar a venezolanos que están enfermos”.
“En un inicio pensé que el cierre fronterizo tenía que ver con las elecciones y seguro que tuvo que ver… pero la única razón es de carácter ideológico, este gobierno no ve sino por la ideología y entonces hablan de que la situación que vive Venezuela es una guerra económica, que los grandes empresarios como (Lorenzo) Mendoza están involucrados en la destrucción del país”.
“No entiendo cómo un empresario puede querer la destrucción de la economía para autodestruirse, no lo entiendo, no lo veo”.
“A este gobierno le encanta un control y son esos controles los que nos han llevado a la destrucción total donde nos encontramos hoy en día, si tú analizas las políticas puestas en práctica desde el control cambiario, encontrarás controles en todo”.
El embajador Fernando Gerbasi destacó que Venezuela y Colombia están unidas por la democracia: «en Colombia estos principios están profundamente arraigados y en Venezuela estamos luchando por restablecer eso… por lo tanto yo creo que dentro poco esos valores y esos principios van a ser comunes”.