Refugiados en Aragua protestaron contra las falsas promesas de entrega de vivienda por parte del gobierno de Aragua.
La vida los llevó a ser refugiados y ahora son víctimas de las falsas promesas del Gobierno de Aragua. Perdieron el humilde techo que lograron construir en un país donde la vivienda es un sueño inalcanzable, aunque el gobierno nacional vocifere la entrega de un millón de inmuebles para el pueblo.
Son 17 familias a quienes las llamas devoraron sus ranchos, lo poco que tenían, pero para ellos, los habitantes del sector El Viñedo en San Vicente, al sur de Maracay; lo era todo. El 3 de marzo de 2013, hace tres años, un voraz incendio acabó en pocos minutos con todo lo material que encontró a su paso. La bombona dentro de la vivienda de un vecino fue a causante de la tragedia. Esa misma tragedia que hoy llevan a cuestas por confiar en las promesas de un gobierno que se vende como Aragua Potencia, pero que los mantiene olvidados y con la impotencia de saberse parte de un sector que ninguna instancia gubernamental toma en cuenta.
Aquel 3 de marzo de 2013 funcionarios de Bomberos y Protección Civil socorrieron de las llamas a 110 aragüeños pertenecientes a las 17 familias damnificadas. De inmediato fueron trasladados el Centro Integral Ética, en la avenida principal de El Castaño, al norte de Maracay. Noticias publicadas en medios regionales aseguraron que el director de Protección Civil, Salvador Basile, anunció que las víctimas permanecerían en el lugar hasta que les fueran adjudicadas viviendas por parte del gobierno regional.
De seis meses a tres años: protesta por cansancio
Seis meses permanecerían las familias afectadas de El Viñedo en el Centro Integral Ética en calidad de refugiados. Tres años después siguen las mismas familias en el mismo lugar pero con más problemas que antes y sin un techo.
El cansancio superó el límite de la paciencia y otro incendio forestal en el cerro que bordea la parte posterior del refugio, encendió las alarmas y causó pánico entre las 17 familias. El sonido de las llamas y el humo, asfixiaban hasta los recuerdos de quienes quedaron depositados en un refugio y sin respuesta de ninguna instancia oficial.
Amanecieron en la calle, literalmente, pero en medio de una tranca como única medida de protesta para recordar que existen en el mismo lugar donde los abandonaron hace tres años.
La avenida principal de El Castaño colapsó, porque durante unas cinco horas y media se paralizó el tráfico. Ni siquiera el alunado pudo llegar a los planteles ubicados en las cercanías de ética ni conductores llegaron a sus sitios de trabajo. Desde las 6:00 de la mañana y faltando poco para el mediodía, las víctimas de falsas promesas reclamaron su techo digno.
“Esta fue la gota que rebosó el vaso, nadie nos da respuesta, ni la gobernación de Aragua, ni la alcaldía, ni siquiera en Caracas nos atienden y ya estamos cansados. Perdimos todos nuestros enseres en un incendio, quedamos sin nada y también aquí tenemos que soportar el incendio forestal sin que nadie nos ayude”, relató Adriana Solórzano, vocera de los afectados.
Están dispuestos a iniciar acciones de calle contundentes para que el gobierno de Tareck El Aissami ponga fin a la burla de ignorarlos como refugiados.