La falta de azúcar en Venezuela deja a la deriva a unos 600 trabajadores de agencia Pepsicola en Aragua.
La falta de azúcar en Venezuela porque el gobierno nacional no procede con su importación, deja el trago amargo en 600 hombres y mujeres de la agencia Santa Lucía del grupo del de trabajadores de Pepsicola.
La agencia pertenece a Empresas Polar, blanco del ataque del ejecutivo nacional, pero los trabajadores de la agencia alzaron su voz de protesta para exigir la materia prima que les permita retornar a sus puestos de trabajo.
La importación de azúcar en Venezuela depende exclusivamente del gobierno nacional a través del ministerio de Alimentación. Así lo explicaron trabajadores quienes se concentraron en un pancartazo que tuvo lugar en la avenida Las Delicias, cruce con Casanova Godoy de Maracay.
La falta de azúcar en Venezuela y la falta de respuesta a las siete cartas que enviaron al ministro, finalmente desencadenó lo que temían: quedaron bajo la figura de suspensión laboral consagrada en el artículo 72 de la Ley Orgánica del Trabajo.
Los trabajadores de Pepsicola indicaron que la solicitud era de 25 toneladas de azúcar, para garantizar la producción no solo de la cola negra, sino de Gatorade, jugos Yukery y la línea carbonatada que maneja los refrescos Golden y Seven Up.
Los manifestantes indicaron que no solo están afectados los 600 trabajadores de la agencia Santa Lucía, con sede en la carretera a Magdaleno, municipio Zamora de Aragua; sino de quienes laboran en las cinco plantas de producción de Pepsicola en Villa de Cura, Los Ruices, el oriente del país y Caucagua, esta última la sede más grande en Venezuela.
La falta de azúcar en Venezuela obligó la suspensión laboral de los trabajadores por 90 días, quienes devengarán un sueldo básico durante el primer mes, más cesta ticket y la cesta de comida que les corresponde por contratación colectiva; pero el segundo mes solo quedarán bajo sueldo mínimo y cesta ticket. Para el tercer mes desconocen como van a subsistir. No quisieron asumir la vocería de la denuncia por temor a represalias, tal y como sucedió con la gerencia del Centro de Distribución de Alimentos Polar en Palo Negro.
“Todo este problema incide en las utilidades, fideicomiso, vacaciones. Estamos en ascuas, apostamos a que la compañía le den la materia prima para seguir laborando, necesitamos trabajar, apostamos a Pepsicola”, dijeron los afectados.
Resaltaron que iniciarán una agenda de protestas y que están en apoyo a la empresa y no mandados por la empresa para manifestar.