Cruzar la frontera se ha convertido en un negocio. En vez de ser una medida de control contra el contrabando, como dijo el gobierno que sería el cierre de la frontera de Venezuela con Colombia, ha sido una medida donde muchos militares están haciendo fortunas cobrando entre 12 y 20 mil bolívares por cada persona que cruza.
Militares designados en la zona fronteriza de Táchira con Colombia, en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña están cobrando entre 12, 15 y 20 mil bolívares en efectivo por permitir cruzar la frontera por los puentes internacionales de la zona, el Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
La denuncia la hizo el diputado del Consejo Legislativo Estadal del Táchira, Gustavo Delgado, quien pide una investigación del hecho que considera evidente corrupción y abuso del poder contra la población civil fronteriza. Menciona que la población conoce está situación, pero las autoridades lo obvian.
Los efectivos militares en la frontera tienen varias tarifas para permitir el paso peatonal hacia Colombia o de vuelta a Venezuela. El legislador regional pidió al Presidente Nicolás Maduro que abra la frontera, porque es un foco de corrupción.
“El Estado de Excepción terminó el pasado 21 de diciembre, y los motivos por los que se cerró la frontera no se solucionaron, sigue el contrabando y la inseguridad”.
Cruzar la frontera: Corrupción, extorsión y atropellos
Soledad, desempleo, pérdidas millonarias a comerciantes y empresarios es lo que ha dejado el cierre fronterizo en opinión de Gustavo Delgado, para quien “la fallida medida gubernamental” sólo brinda atropellos a la colectividad y nuevos modos de extorsión que ya no son del hampa común.
“Pareciera una política de Estado que algunos señores militares, con todos esos controles que pone el gobierno, hagan plata de manera indebida. Hay una tarifa en la frontera, una mafia para pasar. ¿Quiénes reciben el dinero? Los militares y algunos civiles”.