Estudiantes del Instituto Universitario Politécnico Santiago Mariño, en Maracay, declararon la guerra contra el alza en la matrícula que alcanza el 465 % en comparación con el semestre recién culminado. Los jóvenes se mantienen en protesta en las afueras de la institución y desde el jueves no permiten el acceso del personal administrativo y dicen que no permitirán el inicio de semestre con costos tan elevados. Aunque están conscientes de la situación del país, aseguran que no están dadas las condiciones para lo que consideran como un exabrupto aumento.
Andrés Maldonado, estudiante del 9no semestre de ingeniería, explicó que la protesta comenzó el martes 23 de febrero cuando de manera unánime el estudiantado decidió parar el sistema administrativo de inscripción para el nuevo semestre, pues en la actualidad se encuentran en proceso de intensivo antes de arrancar el semestre 2016-I. De inscribirse el 50% de la matrícula, la lucha no podía continuar. Solo se les permitió el acceso a los estudiantes que cursaban materias de verano.
El incremento de la matrícula quedó de 5.700 bolívares a 27 mil bolívares para cursos regulares con ingreso en 2013, mientras que a la población de nuevo ingreso, el costo pasó de 17 mil bolívares a 36 mil bolívares y no incluye el carnet ni el uniforme de deportes que deben portar los estudiantes de manera obligada.
No fue sino hasta el jueves cuando a petición de los afectados, un fiscal de la Superintendencia de Precios Justos, llegó al Politécnico donde corroboró el alza exorbitante para el bolsillo de los estudiantes. Según Maldonado, la estructura de costos de la institución no se correspondía con la actualidad.
“Uno de los socios mayoritarios le dijo a la fiscal de la Sundde que ella no era quien para decirle cuánto iba a cobrar en su negocio y que no acatarían medida por ser ente privado, que a quien no le gustara que se fuera a una institución pública”.
Maldonado también indicó que la coordinadora de la institución, Marinés Capriles amedrenta al estudiantado bajo amenazas de negarles acceso a la educación , pues les asegura que ellos no son quiénes para cerrar la institución.
Los afectados con el alza de la matrícula universitaria aseguran que se mantendrán en protesta porque le declararon la guerra al incremento que les hace imposible la continuidad de estudios superiores.