ropaUna de las tradiciones del venezolano, estrenar ropa en diciembre, se ha vuelto inalcanzable para algunos que no cuentan con los recursos para hacerle frente a los altos precios.

Estrenar ropa en diciembre es una tradición de los venezolanos, que no todos saben si podrán cumplir. Comprar un pantalón, un camisa y un par de zapatos puede costar por lo menos 30 mil bolívares. Esto es igual a más de 3 salarios mínimos.

En un recorrido realizado por el equipo de El Correo del Orinoco en mercados municipales de Caracas, se pudo constatar que el precio de la ropa es sumamente elevado. Un pantalón de jeans para dama oscila entre 10 mil y 30 mil bolívares, mientras que una blusa se consigue entre Bs. 8 mil y 20 mil. En el caso de los zapatos, un par económico puede costar 15 mil bolívares.

Sin embargo, las opiniones son diversas. Algunos dicen que a pesar de la crisis no dejarán de comprar los estrenos de ropa para el mes de diciembre.

«Eso es mentira que uno va a trabajar todo el año y después no se va a comprar su ropita», dijo una señora al ser consultada en el Mercado Guaicaipuro.

En el Mercado de San Martín, ubicado en el centro de Caracas, las opiniones coinciden. Un señor asegura que aunque sea una franela se comprará.

«No me alcanza para comprarme los zapatos, pero alguito hago».

En los centros comerciales de clase media el patrón de consumo varía. Una encargada de una tienda en el Centro San Ignacio, en Caracas, comenta que «las ventas no están como el año pasado». Explica que mucha gente entra, ve la ropa y al conocer el precio se retira.

«La plata no rinde y la gente prefiere gastarla en otra cosa», señala.

Una encuestada en ese centro comercial capitalino explicó que  por los altos precios.

«Cuando salgo de viaje me traigo todo lo que necesito para el año, aquí es imposible. Un pantalón cuesta más de lo que uno gana en una quincena».

Hay quienes no tienen la posibilidad de viajar al exterior y se ven mucho más limitados. «Ni estrenos ni cena ni nada; aquí acabaron con la navidad», afirmó la Sra. Blanca Castillo en un centro comercial en Chacaíto.