El dispositivo con el que se cree pueda cambiarse el estado de ánimo, ha sido probado en seis voluntarios.
Científicos de la Universidad de California y el Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, realizaron las primeras pruebas de los implantes neuronales que podrían cambiar el estado de ánimo, ya que están destinados a registrar la actividad cerebral y estimular automáticamente el cerebro para tratar enfermedades mentales.
Los especialistas están utilizando implantes de «ciclo cerrado» controlados por la inteligencia artificial que detectan patrones relacionados con los trastornos del estado de ánimo y luego se adaptan para devolver el cerebro a un estado saludable, según los resultados del estudio, publicados en la revista Nature.
“Así, los implantes neuronales, que generan impulsos eléctricos para regular los sentimientos y el comportamiento humano, podrían estimular el cerebro para tratar trastornos mentales, como la demencia y el alzhéimer, creen los científicos”, indica Informe 21.
La investigación fue financiada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa del Pentágono (DARPA) con el fin de lograr curar a los soldados y veteranos de guerra que sufren depresión y trastorno por estrés postraumático. El dispositivo ya ha sido probado en seis voluntarios.
Una ventana al cerebro
Los expertos esperan que este método proporcione un mejor tratamiento a largo plazo para los trastornos del estado de ánimo, ya que “la nueva generación de algoritmos es más personalizada y se basa en señales fisiológicas y no en la decisión de un médico”.
El neurocientífico Edward Chang considera que los ensayos con los implantes cerebrales ayudarían a desarrollar terapias no invasivas para las enfermedades mentales.
«Lo más emocionante de estas tecnologías es que por primera vez vamos a tener una ventana al cerebro que nos permite saber qué está sucediendo ahí cuando alguien sufre una recaída», dijo Chung a Nature.