Para Carlos Casanova, dirigente político del Táchira, imponer el estado comunal propicia el caos y se lleva por delante la Constitución Bolivariana.
“El estado comunal es un modelo radical y se seguirá radicalizando más”. Así lo estima el abogado y dirigente político tachirense Carlos Casanova al analizar la actual situación del país y sus perspectivas a corto plazo. No tenemos un gobierno democrático, asegura, tampoco una dictadura en su sentido convencional. Se impone un militarismo de nuevo cuño que se disfraza en un invento: el estado comunal.
“El gobierno que tenemos en Venezuela es un nuevo tipo de militarismo: son los militares los que controlan el cerebro económico de la nación, ocupan el 33% de los ministerios y la mayoría de las gobernaciones”.
Asegura que la crisis que vive actualmente el país tiene un carácter múltiple: social, económico e institucional. Es la estrategia del gobierno imponer, a sangre y fuego si es necesario, un estado comunal que demuela la propia Constitución Bolivariana de Chávez.
“Para el Gobierno este es el modelo, el de la escasez, para hacer depender al ciudadano del Gobierno. El Estado ha intervenido todas las áreas, solo quedan en Venezuela 4 mil fábricas, el resto fue estatizada, cerradas por el gobierno o por la asfixia que les produce la estrategia del Poder Ejecutivo”.
Estima que, desde ésta búsqueda por reforzar la dependencia, es el Gobierno, de manera intencional, el que fomenta el desabastecimiento con leyes como la Ley de Precios Justos, “que arrincona al empresario al someterlo a la discrecionalidad del funcionario”
Un país que no funciona
A su juicio, Venezuela dejo de funcionar. Todo se reduce al interés del Gobierno por controlar toda actividad y acabar con la institucionalidad. Pone ejemplos concretos: la crisis del billete de 100 bolívares, “innecesaria ya que piden entregar los de 100 sin tener como sustituirlos”.
Señala que la actual crisis de los billetes tiene por objetivo el control del ahorro ciudadano, colocándole topes, fiscalizando cualquier remesa o ingreso del exterior.
“Hay más de 6 millardos de billetes de 100 bolívares y casi la mitad del total de billetes y más de las tres cuartas partes del efectivo expresado con ellos”.
Cree que es una locura pretender recoger toda esa liquidez en apenas tres días bancarios y destaca también, el hecho que nuestro país tiene un Internet, inclusive, más lento que el de Cuba, para mantener el control de las comunicaciones digitales.
También este gobierno constituyó un llamado Consejo de Economía Popular, invitando algunas empresas privadas.
“Se reunieron 42 veces este año y ni una sola línea de trabajo discutida se pone en práctica” lo que indica que el gobierno no tiene ninguna vocación para el diálogo sino para la imposición.
En el campo de la educación, la estrategia de control también avanza: a pesar de la oposición de la mayoría de las comunidades educativas, el nuevo programa bolivariano de educación se implementará a partir de 2017.
«Sustituye los conceptos de ciencias exactas por educación en valores socialistas”, que no está expresado en nuestro texto constitucional.
Camino bloqueado
En su opinión, la crisis institucional que sufre el país tiene apariencia de ser definitiva en cuanto a instituciones independientes.
“Frente al fracaso del dialogo y sus mediadores, lo que quedaba en pie como poder autónomo era la Asamblea Nacional, y el gobierno y sus aliados mantienen una estrategia sin cambio: nuevamente bloqueada y con amenaza de ser disuelta”.
Recuerda Carlos Casanova, otro hecho grave que se refuerza con el nombramiento inconstitucional, usurpando las potestades de la Asamblea Nacional, por parte del TSJ al designar las nuevas autoridades del CNE.
“Todos los partidos políticos están en la ilegalidad. No se han actualizado pero el CNE publicó una resolución que hace depender de la voluntad del ente la vigencia o no de su existencia: todo pasará al estado comunal”.
Indica el dirigente, que la propia MUD, como organización política, está sometida a un proceso judicial que hace peligrar su existencia y con ello caminaríamos al modelo de pensamiento único.
“El chavismo, con este CNE, puede preparase para unas elecciones a lo Nicaragua: solo con el partido oficial” lo que sería la imposición definitiva de su modelo de estado comunal.