Colas de hambre

La escasez en Venezuela se sitúa en el sector alimentario para niños entre 72% y 83% en Ciudad Guayana.

Los niños también son víctimas de la escasez en Venezuela pues los alimentos especiales para ellos entran en un alto renglón de desabastecimiento, obligando a las madres a no solo pasar largas horas en colas, sino a sacrificarse dejando de comer ellas para alimentar a sus hijos.

En cada cola hay un testimonio diferente, las historias a veces se repiten, coinciden, pero suele haber una que sale de lo convencional, por decirlo de alguna manera, porque para los venezolanos, la noticia es lo que antes era algo normal.

Aixa López es una madre de 27 años de edad y asegura que todos los días sale a hacer colas. Acude a los supermercados con capta huellas el día que le corresponde por su número de cédula, y a los abastos el resto de los días. Su principal búsqueda es leche y pañales para su hijo, los cuales producto de los altos indices de escasez en Venezuela están prácticamente desaparecidos.

Con su hijo en brazos, una sombrilla para aguantar el sol, pañalera con lo necesario, a más bien lo poco que tiene, sale de madrugada para trasladarse de San Félix a Puerto Ordaz a hacer colas de hambre.

“Prefiero hacer colas a que mi hijo pase hambre. Trabajo por mi cuenta, cuando puedo vendo helados, arreglo ropa y hasta plancho, mi esposo trabaja, por eso me da el tiempo para estar toda la mañana en esto”, admite López.

Como Aixa, hay otras madres que se arriesgan a perder sus empleos, faltando a sus trabajos el día que les corresponde comprar por terminal de cédula.

“Mi niña se enfermó, no conseguía suero pediátrico y tenía que darle gatorade para hidratarla porque tenía diarrea, porque aunque la estoy alimentando, no es la más adecuada, la leche de fórmula se la doy una vez al día, del resto le preparo jugo y sopa licuada, para que me rinda la leche y para que no se me muera de hambre tampoco”, confiesa Briseida Caña, otra joven madre guayanesa.

La escasez en Venezuela en los niños

No solo se trata de la leche para niños, la famosa Prebio 1, u otras de fórmulas que venden en farmacias, las compotas prácticamente desaparecieron en Ciudad Guayana desde hace mucho.

De acuerdo con el último estudio del Centro de Investigaciones para la Educación, la Productividad y la Vida (Ciepv) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en Guayana, correspondiente a abril de 2016, la escasez de alimentos para niños alcanzó un 82,97% en Puerto Ordaz, donde los rubros más escasos fueron: compotas 97,37% y fórmulas infantiles 68,57%.

En el caso de San Félix, los resultados del estudio revelan que la escasez de alimentos para niños fue de 73,44%, siendo los rubros más escasos: compotas 89,19% y leche de fórmula 57,69%.

Los sacrificios de las madres para que sus hijos no pasen hambre incluyen que ellas dejen de comer, casos más extremos son aquellas que comen un plato fuerte al día, el almuerzo, el resto se mantiene con alguna galleta, casabe, jugo natural, o mango.

“Todo mi dinero lo gasto en comprar comida para mi hijo mayor de cinco años y alimento para mi niño de 10 meses. Yo puedo aguantar hambre, ellos no, y a veces me las he visto difícil para conseguir porque mi esposo y yo trabajamos, no podemos hacer colas y nos toca comprar a bachaqueros”, lamenta Verónica Saavedra.

Hambre en Venezuela

De acuerdo con el estudio del Ciepv, presentado en mayo de este año, la variación entre los precios regulados  y los de venta al público en abril eran de más de 2.000%.

En el caso de la leche de 1 kilogramo, cuyo precio es de 70 a 73 bolívares, era vendido hasta en 2.650 bolívares. Sin embargo, madres aseguran que esos precios quedaron más que en el pasado y hasta se duplicaron. “Ahora es una pasta dental lo que te sale a ese precio con los bachaqueros”.