Escasez de alimentos en casas hogares

Fundaciones apenas subsisten debido a la escasez de alimentos en Venezuela. Cada día son más los que buscan ayuda.

Casas hogares en Ciudad Guayana luchan por no cerrar sus puertas ante la escasez de alimentos en Venezuela. Cada día las donaciones son menos, cada uno trata de sobrevivir a la crisis. La fundación Me Diste de Comer, por ejemplo, un comedor que ofrece almuerzos a ancianos, apenas cuentan para preparar la comida del día.

De tener una capacidad para atender a 70 personas como máximo, hoy reciben hasta 100, y a veces más. La escasez de alimentos ha obligado que diariamente lleguen más personas solicitando ayuda. Reciben también a madres con niños que no consiguen con qué alimentarlos.

Ana de Corinaldesi de la Fundación Me Diste de Comer, la cual cuenta con un comedor en Unare II en Puerto Ordaz y en dos en San Félix, San José de Chirica y Brisas del Paraíso, relata que las cocineras hacen milagro para rendir la comida.

“Sustituimos la carne y el pollo por mortadela, y el pescado por sardina.  A veces nos donan huesos y hacemos sopa con bastantes granos, los guisos también llevan muchos vegetales para que la comida rinda. No nos damos abasto para atender a tanta gente. Las cocineras hacen comida como para 60 personas y la rinden para 100. Las porciones tienen que ser más pequeñas para que la mayoría pueda comer algo”, explica.

Escasas donaciones

Las donaciones son recibidas principalmente de las iglesias y la comunidad, con lo poco que pueden ante la escasez de alimentos. La Casa Hogar Madre Emilia, las fundaciones Alberto Hurtado y Renacer también enfrentan la crisis. Los insumos que reciben son pocos y viven con la incertidumbre de cuánto les durará porque la demanda también es mayor.

Los granos es el principal alimento de consumo. Sin embargo, esto no resulta suficiente para la adecuada alimentación de los niños que reciben.