En menos de un año han renunciado 300 enfermeras en Guayana por precarias condiciones laborales.
Salarios dignos y transporte ya era el grito de enfermeras en Guayana, quienes protestaron por mejoras salariales. Desde julio de 2017 a febrero de este año han renunciado por lo menos 300 enfermeras por no contar siquiera con transporte institucional, lo que aunado a la crisis de transporte público, complica la movilización del personal en los hospitales Upara, en Puerto Ordaz, y Dr. Raúl Leoni en San Félix.
A pesar de los reiterados reclamos y protestas, no han recibido respuesta y solución para sus exigencias. Las enfermeras en Guayana aseguran que sus salarios no alcanzan siquiera para comprar un pollo.
Algunas, sin haber presentado renuncia, dejaron de asistir a sus labores en los hospitales. ¿La razón? No les importa si son despedidas, tampoco cuentan con el monto que puedan obtener por el pago de su liquidación, y han preferido irse del país o dedicarse a otras labores, con las que suelen ganar más dinero que como enfermera.
La situación de los hospitales no ha variado, salvo su militarización y las denuncias por arbitrariedades para con los familiares de pacientes.
Los hospitales Uyapar y Guaiparo fueron militarizados para evitar el bachaqueo de insumos y medicinas. Sin embargo, las denuncias se han centrado contra los funcionarios por no permitir el ingreso de los mismos si no tienen factura, cuando la mayoría es comprada con revendedores, debido a la escasez y desabastecimiento en las farmacias.
Aunque no les permiten el ingreso de los insumos, también se los decomisan, incluyendo alimentos.
Esto ha impedido las ayudas voluntarias en los hospitales, y la escasez se mantiene. Mirna Carmona, paciente con cáncer, aseguró tener tres meses buscando su tratamiento. La mañana de este jueves acudió nuevamente, desde las 5:00 AM al hospital Uyapar, y regresó con las manos vacías.