Ante descalabro en la economía en Venezuela la venta de ropa y artículos usados se volvió común, pues adquirirlos de primera mano es un lujo.
Las ventas de garaje se veían solo en las películas procedentes de Estados Unidos. En Venezuela comprar artículos usados, era para muchos una idea que no cabía en la cabeza, cuando se podían adquirir productos, ropa y artefactos totalmente nuevos.
Las urgencias económicas de la familia venezolana se refleja ahora en un ejemplo de transculturación derivada de la crisis. Se adoptó como propio la venta de garaje para sacarle provecho a lo que ya no se usa porque lo importante es conseguir el dinero de la misma manera como el Presidente de Venezuela quiere ganar las elecciones parlamentarias del 6D: ¡Como sea!
El éxodo de jóvenes y familias enteras, obligó a buscar la forma de obtener dinero para salir de Venezuela a buscar nuevos horizontes. La venta de garaje comenzó a ser la vía más expedita para lograrlo, total, nadie cruza la obra de Cruz Diez en Maiquetía con cocina, muebles y cama encima.
Común se hizo ver en las casas los anuncios de la venta con fecha. Ya se concluía que los vendedores se iban del país.
La situación fue cambiando y no solo las ventas de garaje advierten las huidas de Venezuela, ahora son otra forma de buscar ingresos con lo que se tiene en casa que ya no se usa.
Ropa nueva o usada, zapatos, artefactos electrodomésticos, como aspiradoras, batidoras que no están en el uso diario, vestidos con una sola postura, adornos navideños, todo se puede vender.
Alfonso Martínez aprovechó los dos puestos de estacionamiento en el edificio de los suegros y montó la venta. Por primera vez la hizo el año pasado y aseguró que nadie entendía eso de vender la ropa usada, pero este año todo el mundo está familiarizado.Tomó la idea de las películas de Estados Unidos e intentaron hacerlo para probar suerte.
“Nosotros lo hacemos porque estamos construyendo nuestra casa y necesitamos dinero para comprar los materiales que no se consiguen. En la mente lo que tenemos es cemento, cemento, arena, necesitamos terminar la casa”.
Martínez aseguró que en Venezuela lo más difícil de construir es conseguir los materiales, “en mayo compramos el metro de arena en 800 bolívares y ahorita está en 5 mil bolívares”.