Cada tachirense puede tener una o más historias sobre un kilo de leche en polvo, un comerciante dice que la adquiere en el mercado negro, y una ciudadana común relata a El Correo del Orinoco, que fue el mejor regalo de cumpleaños que pudo dar a su mamá quien tenía mucho tiempo sin poder consumirla.
Poder comprar a precio regulado una bolsa de leche en polvo en San Cristóbal, capital del estado Táchira, puede significar para cualquier ciudadano su gran día de suerte. Es uno de los productos más escasos desde hace más de dos años, y con el paso del tiempo la dificultad va en ascenso.
Sólo en el mercado negro se consigue el producto a precios que pueden elevarse por encima de mil por ciento, en relación al valor que le regula el Estado venezolano para la leche en polvo, 70 bolívares por kilo, valor considerado por los productores como irrisorio porque no paga la producción, ni siquiera el envoltorio, lo que lleva a que la leche circulante sea casi en su totalidad, importada.
Leche es oro en polvo
José Peñaloza administra una refresquería familiar en el mercado municipal de San Cristóbal. El negocio familiar tiene 35 años y siempre funcionó bien, dice, pero con la escasez en todo el país, escriben otra historia.
“Nosotros gastamos 6 kilos de leche en polvo como mínimo cada día, y conseguirla es muy difícil, por no decir imposible. La compramos a gente que nos la trae, sino no pudiéramos trabajar”.
El precio de la leche en polvo sólo es comparable con la cotización de una moneda como el dólar en un mercado regular, fluctúa en el mercado negro. Relata Peñaloza que en este momento la están comprando en 400 bolívares el kilogramo, pero la han adquirido hasta en 800 en otros momentos: “ahora está más bajito el precio porque está cerrada la frontera, pero cuando se la llevan a Colombia se la ponen a uno más cara, y si uno no la compra no puede trabajar”.
Un regalo de cumpleaños
No tener leche en un país que tiene extensiones de tierra envidiables para la producción, parece insólito, pero los productores han abandonado el campo porque no tienen insumos, maquinarias y con las expropiaciones de tierras, en el pasado gobierno del fallecido Hugo Chávez, muchas de las haciendas de mayor producción fueron expropiadas y abandonadas luego.
La leche en polvo tiene un valor tan extraordinario para el tachirense, que dice Lixet Mujica que ella quiere mucho a su madre, y no consiguió nada mejor para darle en su reciente cumpleaños que un kilo de leche en polvo que adquirió en el abasto del gobierno, Bicentenario.
“No es un chiste, en otro país cualquiera puede reír con esa historia, pero para nosotros es una realidad la leche es oro. Después de 5 horas de cola me vendieron un kilo y mi mamá cuando se la di, casi me hace llorar. Me dijo, ´mija el tiempo que tenía sin ver una bolsita de leche´. Se emocionó muchísimo”.
La mujer termina el relato señalando que su madre tiene 66 años de edad y la salud no le permite permanecer por muchas horas de pie, porque sufre de la circulación, “ella no puede hacer colas para comprar, entonces nunca puede tener leche porque 800 bolívares para pagar un kilo a un bachaquero, no es una opción”.