Este fin de semana, a pocos metros del Palacio de Miraflores instalaron un operativo de Mercal para vender alimentos «a precios justos». Los ciudadanos allí presentes amenazaban con no sufragar el próximo 6 de diciembre. Pedían comida a cambio de votos.
Todo iba según lo acordado hasta que a las 2 de la tarde un funcionario informó que no quedaba más comida. Los caraqueños provenientes, en su mayoría, de Catia y el 23 de Enero comenzaron a amotinarse en la cola y gritaban:
«Queremos comida, no revolución».
«Ya ellos saben; si no nos dan lo que pedimos no hay voto», dijo una señora haciendo referencia al tan esperado 6 de diciembre, día en que los venezolanos acudirán a las urnas para renovar la Asamblea Nacional.
«Llegaron policías, militares, colectivos, todo (…) Nosotros salimos corriendo porque estaban echando como tiros, perdigones», explica una joven sobre lo ocurrido.
Para calmar los ánimos, un funcionario del Ministerio de Alimentación llegó al lugar y aseguró que había comida para todos en el operativo de Mercal. Repartieron más números para la entrega de alimentos y la gente volvió a tomar lugar en la fila.
La sra. María, quien se negó a dar su apellido, dijo que aunque ha sido chavista «desde siempre», prefiere abstenerse de votar el próximo 6D, pero tampoco favorecerá a la oposición. No cree que la solución la tengan los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática.
«Todo está muy mal. No hay ni comida»
Otra de las mujeres en la cola señaló con un bebé en sus brazos que considera que lo que más afecta en estos momentos a los venezolanos es la escasez de alimentos.
«Si hubiese comida sería otra cosa. No importa el precio porque uno consigue la plata, pero no hay y nos caemos a golpes por lo poco que hay. Así nadie va a votar por ellos (oficialismo)», aseguró mientras señalaba con su mano el Palacio Presidencial.