Conseguir anticonceptivos en Maracay se convirtió en una búsqueda titánica para las mujeres.
En Maracay la escasez de medicamentos no deja mucha opción a las mujeres, pues se ha convertido en una tarea titánica conseguir mensualmente una caja de pastillas de anticonceptivos. Evitar un embarazo no deseado, como medida responsable, es cada vez más difícil en la “Aragua potencia” donde tampoco se consiguen preservativos como método anticonceptivo o para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
La situación empeora, porque si bien es casi misión imposible conseguir pastillas anticonceptivas, controlar un embarazo y mantener un hijo durante sus primeros años de vida es cada vez más cuesta arriba.
María José Álvarez es una de las tantas mujeres que día a día recorre las farmacias en búsqueda de anticonceptivos. El equipo de El Correo del Orinoco la entrevistó en una de las farmacias populares de la capital aragüeña.
“He recorrido más de la mitad de las farmacias de Maracay y no encuentro la píldora que me indicó mi médico, pero tampoco encuentro la sustituta, en este país la cosa es cada vez peor. No se puede evitar un embarazo, pero tampoco hay vitaminas, pañales, fórmulas si quedas preñada. Aquí seremos todos castos por obligación”.
Encontrar la píldora es alivio momentáneo
Antes de hacer su respectiva cola para ser atendida, María José preguntó sobre la existencia del producto Caricel, que según explicó, es sustituto de la Belara que tampoco se consigue.
Segundos después antes de que terminara de retornar a su lugar en la cola, una de las expendedoras las llamó para informarle, casi de forma secreta, que quedaba una sola caja en existencia.
Al menos un mes más de tranquilidad, pero en pocos días comienza la búsqueda frenética de otra caja.
Sin ácido fólico ni multivitamínicos
Mientras tanto Yuraima Torres llegó y preguntó de manera directa por ácido fólico. Está en sus primeras semanas de embarazo y no consigue el medicamento que ayuda a prevenir malformaciones del sistema nervioso. Era la octava farmacia que visitaba en vano.
Desde ya, comenzó también a buscar pañales de recién nacido para lo cual debe hacer largas colas en el establecimiento donde expenden el producto el día que le corresponde por su terminal de cédula.
Además debe presentar el informe médico junto con el ecosonograma para demostrar que está embarazada, de lo contrario, no le venden los pañales. La historia de Yuraima se repite a diario en todas las embarazadas.
“Gracias a Dios tengo un embarazo sano, no sé cómo hacen aquellas mujeres que tienen embarazos de altos riesgo y no se pueden levantar de una cama, porque no pueden comprar pañales”.
La joven mujer tampoco consigue complejo vitamínico para embarazadas, ni calcio diseñado exclusivamente para su consumo en estado de gravidez.
Aseguró que se controla con médico privado y en un centro asistencial público, aunque junto a su esposo hacen lo imposible para pagar el parto en una clínica, cuyo costo actual ronda los 150 mil bolívares y aún le faltan siete meses para dar a luz.
Aumenta tasa de embarazos
A mediados del 2015 la presidenta del Colegio de Farmaceutas de Aragua, Dulce Fígallo, anunció que en Aragua aumentó la tasa de embarazos no deseados como consecuencia de la escasez de pastillas anticonceptivas.
Aunque desconoce cifras, la dirigente gremial señaló que cada farmaceuta en su radio de acción, le manifiesta lo mismo: son muchos los embarazos en las zonas donde tienen asentadas sus farmacias.
Sobre el tema no hay cifras de la Corporación de Salud de Aragua.