La prensa no tiene autorización de ingresar al Área Neonatal del principal centro asistencial del occidente venezolano, el Hospital Central de San Cristóbal, donde nacen miles cada año, pero también donde mueren cientos por negligencia del gobierno. En los últimos 4 días fallecieron 6 recién nacidos, porque no tienen las condiciones mínimas, ni siquiera para auxiliarlos con un respirador artificial porque estos equipos están dañados, por citar sólo un ejemplo.
Los representantes del Sistema de Protección Municipal del Niño, Niña y Adolescente –SPMNNA- que depende de la alcaldía de San Cristóbal, realizaron la inspección en las instalaciones de la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos –UCI- después de enterarse de la muertes –en sólo 4 días- de 6 recién nacidos en el Hospital, situación que viene ocurriendo desde hace aproximadamente tres años.
La inspección realizada por los funcionarios del SPMNNA, representada en Karelis Abunasar y del Consejo de Derecho del Niño, Niña y Adolescente CMDNNA, Leonardo Maldonado, mostró que las muertes pudieron ocurrir por las condiciones en la que se presta el servicio médico asistencial a los niños recién nacidos, donde destaca la falta de insumos y equipos especializados, el hacinamiento, las 25 incubadoras dañadas, los respiradores artificiales que no sirven, entre otras fallas graves.
“El Hospital y el área Neonatal está colapsada. No hay cupo. Si nace un niño en estos momentos, dudosamente le pudieran prestar atención, ya que no hay espacio físico, incluso hasta los enchufes para conectar los calentadores de los teteros no sirven”, revela Karelis Abunasar.
La defensora de los Derechos del Niño y Adolescente del municipio San Cristóbal dijo que la negligencia es total, por parte de los organismos encargados de gerenciar la salud en la región: “tienen que dar solución a los problemas del principal centro de salud del Táchira, porque se trata de la vida de cientos de personas y son situaciones que vienen ocurriendo desde hace años”.
La funcionaria municipal hizo un llamado urgente a quienes deben solventar este grave problema que aniquila vidas de recién nacidos, a quienes -dice- se les está vulnerando su derecho a vivir, al no brindarles atención médica al nacer, porque no hay con qué hacerlo y las respuesta desde hace años ha sido la indiferencia. La funcionaria de la Alcaldía de San Cristóbal pidió a las autoridades de salud que asistan al centro hospitalario, y observen con sus propios ojos lo que sucede, y brinden dar solución inmediata.
Las muertes de los bebés
Dos muertes de recién nacidos ocurrieron el viernes 5 de febrero; dos más el domingo; se suma otra muerte el lunes y una más el martes.
Los seis fallecimientos de los recién nacidos se produjeron ante la mirada indolente de todos los presentes en el centro asistencial, según lo expresó Leonardo Maldonado, Director (E) del Consejo de Derecho del Niño, Niña y Adolescente, quien destacó que hacen falta medicinas indispensables para los niños que nacen prematuros, como el Sulfatan Pulmonar, que se emplea para expandir los pulmones, además, ellos dependen de un respirador artificial porque sus condiciones físicas son muy precarias debido a que el nacimiento se presentó antes de tiempo.
Trabajan con las uñas
La presidente del SPMNNA informó que enfermeras y médicos están trabajando con las uñas, no tienen guantes, implementos, ni medicinas para solucionar las emergencias que les llegan a diario.
Sólo 11 incubadoras de 40 y 7 respiradores artificiales. Pero la capacidad de los equipos no es suficiente, cuando nacen entre 600 a 900 niños al mes aproximadamente, según data extraoficial.
Karelis Abunasar explicó que, realizada la inspección, el segundo paso son los procedimientos administrativos que refiere la Ley, para luego tomar las acciones legales correspondientes contra los responsables de la gravísima situación.
El Consejo de Derecho de los Niños dictará una nueva medida, ya que refirió que hay un expediente de años anteriores, en el que se realizó el mismo procedimiento. Esta nueva medida pasará a los órganos jurisdiccionales para que tomen las acciones necesarias.
Alcaldesa exige se declare emergencia en la salud
La alcaldesa de San Cristóbal, Patricia de Ceballos levantó su voz con clara emoción y hasta a punto de llanto, para pedir por la vida de los niños del Táchira: “aun cuando no es nuestra responsabilidad lo que ocurra en el Hospital Central, si es nuestra responsabilidad como autoridad municipal velar los derechos fundamentales de nuestros ciudadanos. Aquí hay una violación del derecho más sagrado, que es el derecho a la vida, cuando la respuesta que se da en el Hospital Central es que son niños prematuros y por eso se mueren”.
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“Vivimos en medio de la indolencia y la negligencia de un gobierno regional que tiene la responsabilidad del Hospital Central y hoy está dejando que nuestros niños se mueran. Un derecho tan fundamental como la necesidad de respirar, de vivir y es violentado cuando tenemos un cementerio de incubadoras y de respiradores en el hospital. Donde ni siquiera se tiene la inyección que le ponen a los bebés cuando nacen prematuros para madurar sus pulmones… esos niños que nacen prematuros tienen derecho a la vida con una simple incubadora, pero ni siquiera tienen fórmula láctea para alimentarlos y no tienen ni donde guardarles sus teteros”.
La jefe del gobierno municipal de la capital del Táchira exigió se declare un estado de emergencia por lo que sucede en el Hospital Central.
Además pidió a los diputados de la Asamblea Nacional a que acudan e investiguen lo qué pasa en el hospital Central. Dijo que la alcaldía ha hecho lo que le corresponde, trasladando a los niños del retén neonatal a centros de salud privados, con el apoyo de los Bomberos y los consejeros de protección.
“Los hemos trasladado nosotros, ante la incompetencia de un gobierno regional que no mueve un dedo para salvar la vida de los niños que nacen y mueren, dentro del Hospital Central de San Cristóbal”.
Una niña que escapó de la muerte
Ningún padre de los 6 recién nacidos que fallecieron durante el carnaval en el Hospital Central de San Cristóbal, dieron frente a la prensa, su dolor prefieren vivirlo en el anonimato, porque como dijo uno de ellos cuando se le pidió que narrará lo sucedido: “No lo haré. Ya mi hijo murió, eso para que me sirve”.
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Quien sí quiso exponer su vivencia fue José Luis Figueroa de 18 años de edad, de profesión albañil y padre de una recién nacida que fue recluida en el Hospital Central, luego de nacer prematura en la población de Rubio a 30 minutos de San Cristóbal. La niña presentó problemas respiratorios que comprometían su salud.
Casi todos los hospitales están en iguales condiciones, considera Figueroa, pero a su hija la trasladan al Hospital Central porque es el más grande del estado. El padre de la infanta dice que tuvieron la suerte de conseguir una incubadora y un respirador artificial, pero la falta de medicamentos comprometía la vida de su hija.
Una supuesta bacteria que existe en el área de recién nacidos del centro de salud, hacía más difícil el cuadro de la recién nacida.
En Colombia
“Algunos medicamentos los encontré con familiares que viven en Cúcuta (Colombia)”. Dice Figueroa que su familia le contó que para poder pasar la medicina de su hija por la frontera, cancelaban a los Guardias nacionales cifras superiores a los 5 mil bolívares, lo que generaba gastos muy elevados.
La necesidad de un ventilador mecánico para la recién nacida desestabilizaba todos los planes y el esfuerzo de Figueroa, porque en el Hospital Central no tienen ese equipo.
“Desesperados acudimos al Consejo Municipal de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente y nos ayudaron a tramitar el traslado de mi hija, el pasado martes 9 de febrero, a una clínica privada donde ahora la tenemos en mejores condiciones, pero entubada”.
La madre de la recién nacida es menor de edad, tiene 17 años y asegura que tuvo control prenatal, pero el parto se presentó a los 7 meses.
“Los médicos son buenos pero no pueden”
Figueroa relata que la atención que recibió de los médicos en el Hospital Central de San Cristóbal fue muy buena, pero que no tienen con que trabajar: “No hay insumos para nada…gracias a esas enfermeras es que mi hija está aquí. Si no fuera por lo que ellos nos facilitaban, mi hija no estuviera viva tampoco, como pasó con el resto de los niños que veíamos morir esos días en el Hospital”.
Cuenta el hombre que logró salvar a su hija, que otro niño hijo de un amigo, murió hace unos días en el retén neonatal porque no se encontró a tiempo un respirador mecánico.
Para este venezolano que lucha por su recién nacida, lo que pasa con las muertes permanentes de los niños en el Hospital Central, es responsabilidad del gobierno: “A ellos debería importarles más salvar las vidas, que comprar armas. Salvar las vidas, en vez seguir regalando nuestro dinero”, concluyó.