La empresa privada representada por el presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia (UCEZ), Gilberto Gudiño, se declaró en alerta máxima luego de conocerse que el TSJ declaró que el Decreto de Emergencia Económica está vigente desde que fue dictado.
Gudiño precisó que el motivo de la situación no es voluntario, ya que la compleja situación amenaza no sólo a la empresa privada, sino a los ciudadanos, pues precisó que alertaron en reiteradas ocasiones al Gobierno Nacional sobre el escenario complejo que se desencadenaría y sin embargo, éste continuó con la negativa de no escuchar soluciones reales a los problemas del país, por lo que aseveró que Venezuela se acerca a un abismo y que los tiempos para poder corregir, evitar e impedir el colapso, ya pasaron.
“El colapso ya está cerca, la terquedad del gobierno de mantener al país bajo el mismo sistema que nos trajo al caos, es el único responsable».
«El camino por ellos escogido fue el de continuar llevando al país bajo un modelo de intervención y de confrontación, desencadenando la profundización y agudización de los errores que nos han traído a la delicada situación en la cual nos encontramos hoy”, sentenció Gudiño.
Precisó que el comercio formal está agonizando, sin productos o mercancías para ofrecer a la población, y que los comercios bajan sus santamarías, las industrias se detienen, el campo se encuentra sin semillas y en los puertos ni siquiera hay comida.
Indicó que al estado Zulia no se acercan suficientes barcos con importaciones que puedan ayudar a paliar los preocupantes niveles de escasez que se presentarán en los próximos días, y que este escenario es consecuencia de la desconfianza generada a los proveedores internacionales por la falta de pagos a las deudas de los sectores productivos por parte del Gobierno Nacional.
“En el Zulia, las cuatro almacenadoras que tenemos, encargadas de recibir los productos que llegan a través de las importaciones para su nacionalización, están vacías, no tienen nada para despachar, lo poco que se encuentra en el mercado tiene el sello de la empresa privada en su empaque, en cambio, las marcas de los productos expropiados por el Estado no aparecen, ni mucho menos ayudan a contrarrestar con su presencia en el mercado los altos índices de escasez y desabastecimiento”.
Detalló que los pequeños comerciantes se encuentran trabajando con los productos que quedan, por lo que alertó que una vez que estos se agoten, no podrán reponerlos nuevamente, ya que los inventarios se ubican en algunos rubros casi en cero.
“No se apostó por un plan robusto de apoyo a la producción nacional. En su lugar, se prefirió privilegiar al aliado internacional»
«Las importaciones y el control de cambio terminaron desencadenando altos niveles de burocracia y corrupción, aun sabiendo que de haberse invertido cada dólar en nuestras tierras, se hubiera logrado rendir hasta cinco veces más con productos hechos en Venezuela”, aseveró Gudiño.
Enfatizó que es urgente que el gobierno nacional extienda su mano hacia el sector privado de forma sincera, priorizando el verdadero bienestar de la población para no generar mayores niveles de pobreza e inflación.