De los 1,8 millones de venezolanos que han decidido emigrar durante los últimos 15 años, no todos han logrado encontrar estabilidad en el exterior.
Cada vez son más los venezolanos que deciden emigrar, producto de la crisis tan aguda presente en el país. El caso más común son los jóvenes. Algunos esperan a tener su título, pero otros ven esa meta demasiado lejos y deciden dejar la carrera a medias, para emprender su vuelo a otro destino que pueda brindarle oportunidades.
La principal causa de las personas que deciden emigrar, se debe a la inseguridad que se vive en el país. De acuerdo con un estudio revelado en noviembre de 2016, en Ginebra, por el Índice Internacional de Seguridad y Policía, Venezuela lidera ranking de países más inseguros y no solo eso, ya que el último informe publicado por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) asegura que Venezuela pasó a ser más pobre que Haití.
Venezolanos que se regresan con las tablas en la cabeza
Frente a todo el contexto señalado anteriormente, algunas personas toman la decisión de emigrar en medio de la desesperación, sin antes consultar cuál es la mejor opción. Para luego verse obligados a regresar al país.
Cabe acotar que según datos del Informe sobre las Migraciones en el Mundo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de los 1,8 millones de venezolanos que han emigrado durante los últimos 15 años, no todos han logrado encontrar estabilidad en el exterior.
Carlos García, estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello, tomó la decisión de irse a Panamá en marzo de 2015, cuando estaba cursando sexto semestre de Ingeniería en Telecomunicaciones.
Al principio, su intención era continuar con sus estudios en la Universidad Tecnológica de Panamá y a su vez poder trabajar para generar ingresos suficientes para sobrevivir en territorio panameño, pero no le fue como esperaba.
“Vendí mi carro y logré irme con 3 mil 500 dólares y pensé que al estar allá podía conseguir cualquier trabajo que me ayudará a mantenerme” añadió Carlos.
Al llegar a Panamá, el universitario logró retomar sus estudios de Ingeniería; sin embargo, el desprecio de los panameños hacia él se hizo notar no solo por alumnos, sino también por profesores.
Pero esto no solo se reflejaba en el ámbito universitario, también conseguir trabajo era cada vez más cuesta arriba.
“Después de seis meses, logré conseguir trabajo como mesonero, todavía no tenía permiso de trabajo, ni papeles porque en Panamá eso muy difícil” agregó.
Al cabo de un año, Carlos decidió volver a Venezuela con un capital menor al que se llevo en sus inicios. Actualmente, retomó sus estudios en la UCAB, pero se arrepiente de haber vendido su carro porque ahora es “casi imposible” poder adquirir nuevamente ese bien.
Recomendaciones antes de emigrar
• Considerar al menos tres posibles opciones y hacer un estudio del campo laboral y el proceso de papeleo.
• Evaluar opciones en las que al menos allá alguna persona que pueda servir de orientación durante los primeros meses.
• No vender todos los bienes, hasta asegurar su estabilidad en el otro destino.