A horas para que se lleven a cabo las elecciones en Venezuela, en cada esquina del país se escucha un comentario respecto a los comicios parlamentarios.
Un café, una panadería, una plaza pública y hasta el transporte público son lugares propicios para discutir el futuro de Venezuela en la víspera de las elecciones parlamentarias.
A pesar de que no se trata de una elección presidencial, el clima político y la crisis económica han generado grandes expectativas en cuanto a la trascendencia de los venideros comicios parlamentarios.
En un local caraqueño el barista dibuja una «manito» en el café de una clienta que dice ser opositora. La «manito» se ha convertido en el símbolo de la Mesa de la Unidad Democrática en estas elecciones luego de una intensa campaña comunicacional en la que buscaron diferenciarse de la tarjeta del partido oficialista Min Unidad.
Un joven mototaxista conversa con sus compañeros sobre lo que considera debe hacerse el 6 de diciembre.
«Hay que castigarlos. Uno les dio la oportunidad y la desaprovecharon», afirma.
Comenta indignado que un repuesto para su moto actuamente le cuesta más de lo que gastó hace 5 años en el vehículo.
Pero también hay quienes continúan inclinandose por la oferta oficialista. «Aquí estamos; listos para defender la revolución», dice una mujer a las afueras de un colegio que será centro de votación el próximo domingo.
El llamado del presidente Nicolás Maduro a ganar las elecciones «como sea» ha caldeado los ánimos entre ambos bandos y ha hecho que se vincule al Gobierno hechos violentos y ataques contra dirigentes opositores.
Son muy pocos los que se mantienen al margen de las opiniones. «Aquí todos estamos viviendo las consecuencias», dice otra mujer en una panadería.
«Para todo estamos sufriendo. Hay que ponerle un parao’ a esto. Estamos esperando el 6».