El cobro de una factura política puede ser la causa por la que el Gobierno nacional ha negado, en 2014 y 2015, los recursos económicos necesarios para la construcción de obras y otros trabajos a los municipios tachirenses de San Cristóbal y Mario Briceño Iragorry, ambos opositores al gobierno de Chávez y, posteriormente, de Maduro.
Al parecer, estos dos municipios, de los 335 que tiene Venezuela, son los únicos que se han visto en la necesidad de borrar obras aprobadas por el Fondo de Compensación Interterritorial -FCI- que maneja el gobierno nacional y distribuye recursos para trabajos de los municipios del país, porque la aprobación es sólo de papel. En el caso de San Cristóbal, capital del Táchira, está dirigido por Patricia de Ceballos, esposa del ex alcalde destituido y puesto en prisión hace casi dos años, Daniel Ceballos. Y en el caso de Mario Briceño Iragorry, el alcalde Delson Guárate es de la MUD.
Historia de una oposición sin recursos
San Cristóbal es una ciudad cuna de la oposición al gobierno desde Chávez y, ahora, con Nicolás Maduro, donde los porcentajes de ventaja electoral de los partidos opositores rondan o pasan, en los últimos procesos, el 80 por ciento. A este municipio, desde el año 2013, no se han girado los recursos que corresponden por situado constitucional para desarrollar obras fundamentales para las comunidades. Y lo aprobado para el 2014 y 2015 no ha llegado, según denuncia de manera reiterada la alcaldesa Patricia de Ceballos.
Para poder atender las comunidades más urgidas, han debido acordar con los habitantes de cada sector, que soliciten que sus obras sean borradas de la lista de aprobadas por el FCI del gobierno nacional. Así lo ha confirmado Demetrio Paz, un vecino del barrio Colón de la ciudad capital del Táchira.
Dijo Paz, que en acuerdo con las autoridades municipales, pidieron al gobierno nacional que les eliminara de la lista de aprobación de obras los trabajos de construcción del colector de aguas del barrio, ya que desde hace dos años colapsó y se hizo insoportable la vida en el sector porque el agua está dañando calles y casas de la comunidad.
Procediendo de este modo, explicó Paz, la alcaldía de San Cristóbal puede usar recursos propios generados por impuestos municipales, para poder construir el colector de aguas del barrio Colón. Pero, según el jefe de Obras Civiles del 
Explica Colmenares que, solo construir el colector del barrio Colón, por ejemplo, alcanza una inversión de 2 millones 600 mil bolívares. Se requieren 100 metros de tubería de 21 pulgadas, con más de 22 empotres domiciliarios, y eso no lo puede cubrir la alcaldía con recursos propios.