En Táchira se despide el año quemando un muñeco que representa el año viejo, y muchas de las creaciones son bromas o tienen denuncian social, como lo representa el “bachaquero” en esta ocasión
En el Táchira, en cada esquina hay un muñeco de año viejo que se quemará el 31 de diciembre, como señal de despedida del año que se va. Cada navidad los más artistas de la tradición se idean un personaje para prenderle fuego, esta vez un bachaco gigante que representa la práctica de “bachaquear”, es una de las opciones.
Los muñecos de año viejo los hay de todo tipo, el tradicional de corbata y pantalones grandes, tipo borracho; el que representa un político con poca simpatía a quien quemarán simbólicamente; personajes de televisión o de comics, también son parte de la inspiración.
La tradición no está generalizada en el país, solo en el fronterizo estado del Táchira, donde no hay cuadra que no queme el muñeco la media noche del 31 de diciembre. Previo a este día, los creadores suelen salir a la calle y pedir dinero a quienes transiten caminando o en vehículo, argumentando que es para colaborar con la elaboración del muñeco y para rellenar su cuerpo de pólvora, que al momento de arder detonará con fuegos artificiales.
Bachaqueros: de compras
Uno de los muñecos, esta vez, simboliza un bachaquero, que en Venezuela fue un término adoptado para señalar a quienes compran productos regulados y escasos, para luego revenderlos por precios hasta 5 o 10 veces superiores a como los adquirieron. El gobierno lucha contra esa práctica sin éxito y la mayoría de la población aborrece a estos personajes, porque son un obstáculo para comprar los bienes de primera necesidad de quienes los necesitan para consumo.
Es tal la popularidad del bachaquero, que en la parte alta de San Cristóbal, en Paramillo, hicieron un insecto enorme de color rojo y lo ataviaron con todo lo que carga un “bachaquero”. Delante de si, está la moto, que es el auto más común que emplean para movilizarse los revendedores; tiene también a sus espaldas los productos que escasean con más rigor, como mantequilla, bolsas de harina de maíz, jabón en polvo y otros.
El autor del muñeco dijo que lo exhibía, pero prefería no identificarse públicamente. Comentó que es una denuncia social el bachaquero que hizo. Para elaborarlo invirtió más de una semana con ayuda de amigos y empleo muchos material de desecho como cartón, goma y recipientes vacíos de productos diversos.
Otros personajes como el animador del Miss Universo 2015, que equivocó el nombre de la reina, Steve Harvey, será quemado en la población de Capacho, del Táchira. Su representación es un muñeco de año viejo que pide perdón, el que con seguridad no tendrá, al menos para el de armazón de trapos y pólvora, que arderá la media noche del 31 de diciembre.