Los venezolanos en las calles se mostraron sorprendidos por el aumento de la gasolina y dijeron que esperan que sea una buena medida para hacerle frente a la crisis, aunque algunos lo ven con buenos ojos, otros dudan de que los recursos sean utilizados eficientemente.

¿Cuáles serán las consecuencias? ¿Generará más inflación? ¿Representará realmente un beneficio para la población? ¿En qué será utilizado ese dinero? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los venezolanos luego del aumento de la gasolina anunciado por el presidente Nicolás Maduro.

No había terminado la alocución del primer mandatario nacional cuando ya las gasolineras en Caracas estaban llenas de carros, cuyos choferes esperaban llenar sus tanques de combustible «a precio viejo».

Luis Torres, quien trabaja como mensajero en su motocicleta, ve

la medida con buenos ojos. Aunque le parece mucho el aumento de la gasolina, espera que sirva para «enderezar» la economía nacional «y que no tengamos ganas de irnos del país sino más bien quedarnos».

Un bombero en una estación de servicio en La Florida en Caracas dijo a El Correo del Orinoco que, aunque no conoce en detalle las implicaciones, espera que los trabajadores de las gasolineras se vean beneficiados de alguna manera.

Otro bombero encuestado en la avenida Andrés Bello señaló que le genera preocupación el aumento, pues «las propinas no serán las mismas».

«Ahora la gente se va a gastar hasta 200 bolívares llenando un tanque y qué nos van a estar dejando a nosotros», reflexionó.

Un taxista recién enterado de la medida dijo confiar en el Presidente. «Eso se seguirá usando para los proyectos sociales», exclamó con seguridad a pesar de que Nicolás Maduro no dio mayores detalles al respecto sino que serán enviados estos recursos a un fondo para las misiones.

Ante el diferencial de 5 bolívares existente entre el precio de la gasolina de 91 octanos y la de 95, una señora dijo que pronto dejará de conseguirse la de 91 «porque aquí con todo se crea una mafia». No está de acuerdo con el aumento de la gasolina, pues no confía en que esos recursos serán invertidos correctamente.