Las colas en Venezuela no solo la hacen los adultos para comprar comida, en ellas hay niños que deben acompañar a sus padres, razón por la que están faltando a clases.
La vida de los niños ha cambiado en extremo. Debido al tiempo que pierden sus padres y demás familiares en las colas en Venezuela para comprar alimentos, muchas veces deben ir con ellos, por lo que se han visto en la obligación de abandonar las escuelas. Se estima que la ausencia de escolares está cercana al 50 % en el caso de la ciudad capital del Táchira.
Eduardo Delgado, concejal del municipio San Cristóbal hizo pública la denuncia y dijo que comprobó tras una revisión de la nómina de asistencia a los 8 planteles educativos municipales de la ciudad, que algunas ocasiones falta a la escuela, al menos la mitad de los estudiantes de primaria.
“Los niños no acuden a clases porque tienen que acompañar a sus familiares a hacer colas para comprar alimentos y productos regulados, muchos no tienen con quién dejar los niños o se les hace imposible prepararlos para la escuela porque amanecen en cola las madres o encargados de hacer esa función”.
Junto a los profesores de las escuelas municipales que dependen de la alcaldía de San Cristóbal, conoció que los escolares decían que no fueron a clase por uno varios días, porque su mamá lo llevó a la cola de algún supermercado o comercio de productos regulados o se quedaron solos en casa por el mismo motivo.
Violan derechos de los niños
“Se trata de una violación a los Derechos Humanos de los niños y todo a causa del fracaso de un modelo económico que gastó los recursos del país en sus gobernantes y no en invertir en la producción nacional para que Venezuela pueda tener soberanía alimentaria”, dijo el concejal Delgado.
Los problemas económicos están atentando contra la formación de los niños y jóvenes que tendrán la misión de construir y liderar la nación, refirió Eduardo Delgado, al tiempo que señaló que muchos niños pasan hambre en esas colas porque sus padres no tienen dinero para comprar comida en la calle o no puede moverse de la cola para no perderla.