Odlanyer Reinaldo Pinto Hidalgo, de 23 años, y Paul Alfredo Blanco Salas, de 34, fueron degollados junto a otras dos personas por sujetos pertenecientes a la banda «La Frontera» en el sector «La Parada» de la ciudad colombiana de Cúcuta.
De acuerdo a la reseña del diario La Opinión, ambos hombres emigraron de Venezuela para mejorar sus condiciones de vida y terminaron encontrando la muerte en el lugar donde se refugiaron.
Según las autoridades que investigan el hecho, todos fueron asesinados en un depósito de chataras en el referido sector. Luego de perpetrado el cuádruple crimen, los cuerpos fueron abandonados en los alrededores.
Los dos primeros cadáveres, correspondientes a los venezolanos, fueron trasladados en una silla de ruedas hasta las inmediaciones de un monumento donde fueron botados en una canal de aguas negras debajo de bolsas de basura, otro fue abandonado en la misma área y el cuerpo restante fue trasladado a varios metros de la chatarrera.
Familiares de Pinto y de Blanco coincidieron que ambos fueron a Colombia buscar dinero para enviar a sus parientes, «porque las cosas en Venezuela no están bien».
Uno llevaba más tiempo en Colombia que el otro. Paul Alfredo pasó la frontera y se quedó en «La Parada» desde hace un mes, mientras que Odlanyer Reinaldo apenas llevaba una semana.
El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, atribuyó estos hechos a una banda delincuencial de la cual, 18 de sus integrantes fueron capturados en diciembre del año pasado.
Tercer cadáver
El cadáver de otro venezolano, identificado como Cristian Ruiz, fue localizado el fin de semana en la trocha Los Mangos, también en Cúcuta. El hombre había sido secuestrado dos días antes en el barrio Curazao, en San Antonio del Táchira.
Según una fuente policial, el cadáver desnudo que tenía un tatuaje en la pantorilla derecha, presentó golpes y tiros en la cabeza. Se conoció que Ruiz provenía de Barquisimeto, estado Lara.