Donald Trump este miércoles está discutiendo en la Casa Blanca la posibilidad de armar a los maestros que son  sobrevivientes y víctimas de tiroteos en las escuelas para evitar masacres como la de la semana pasada en un liceo de Florida.

 

Trump dijo que la idea será analizada “con rigor. Mucha gente estará en contra y pienso que mucha gente estará a favor, pero lo bueno es que habrá mucha gente del lado de esa idea” porque “podría muy bien resolver nuestro problema”.

En una sorprendente reunión, el mandatario también prometió que su gobierno tomará medidas para hacer un “control rigoroso de antecedentes” a aquellos que quieran comprar un arma de fuego.

“Una posible solución, que puede no ser muy popular, sería tener en las escuelas profesores o personal de administración que voluntariamente tengan armas trancadas en las salas de clase y quienes reciban entrenamiento”, dijo Frederick Abt.

De inmediato, Trump apuntó que la iniciativa “sólo funciona si tenemos gente adepta a usar armas de fuego, y tenemos muchas. Serían profesores y entrenadores”.