Celebrar el Día de la Felicidad, se ha convertido en sueño imposible para los venezolanos, debido a la grave crisis económica y social que se vive en el país.
En un país normal, celebrar el Día de la Felicidad, seguramente sería junto a los familiares más cercanos y queridos, acompañado de un buen banquete con la comida tradicional de Venezuela, pero actualmente hacer eso, es casi una hazaña, debido a la grave crisis enmarcada en los altos índices de inflación y el bajo poder adquisitivo que tienen los ciudadanos.
Y el futuro se vislumbra más oscuro, ya que según el Índice de Infelicidad Económica de ‘Bloomberg’, que combina las perspectivas de inflación y desempleo para 2017 de países, los problemas económicos y políticos de Venezuela lo convierten en el país de mayor infelicidad de la tabla.
Reflejando que el Ministerio para la Suprema Felicidad, creado por el presidente de la República Nicolás Maduro, al parecer no está realizando su trabajo como debe ser y el bienestar brilla por su ausencia en el país. La crisis económica en el país, la escasez de alimentos y la inflación de los últimos años, son algunos de los factores que toma en cuenta el Índice.
El informe detalla que, si bien el país no ha informado datos económicos desde 2015, el índice ‘Café Con Leche’ de ‘Bloomberg’, que busca medir la inflación a través del costo de una taza de café, muestra una subida de precios de 1.419% desde mediados de agosto.
Esta situación muestra que el Día de la Felicidad en Venezuela, está lejos de ser celebrado en el país, debido a que los ciudadanos, viven angustiados desde el momento que ponen un pie fuera de sus casas, y se debaten entre pasar desapercibidos frente a la delincuencia y encontrar a precios asequibles los alimentos necesarios para poder subsistir en una economía sumamente deteriorada, por la aplicación de un obsoleto modelo, que solo ha dejado hambre y miseria.
Por lo que el próximo 20 de marzo, cuando se celebre el Día de la Felicidad a nivel mundial, mientras en otros países seguramente disfrutaran de un momento diferente, en Venezuela los ciudadanos estarán en una larga cola, esperando su turno para adquirir alimentos básicos.