Este 27 de junio se celebra el Día del periodista en Venezuela, gremio que junto a su equipo también han sido víctimas de la represión.

Muy poco que celebrar, pero bastante que reconocer, el Día del periodista en Venezuela, este 27 de junio, llega en medio de una de las peores crisis que vive el país, con protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro y represiones de organismos de seguridad, donde trabajadores de la prensa también han sido víctimas, incluyendo agresiones de algunos manifestantes.

De acuerdo con el Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys), desde el 1 de enero se han registrado más de 2 mil 400 violaciones a la libertad de prensa, y casi 800 abusos de poder estatal. Desde marzo se han registrado 115 alertas, principalmente en abril cuando iniciaron las protestas. La ONG contabilizaba tan solo hasta mayo 99 agresiones contra periodistas, de los cuales 22 fueron heridos por bombas lacrimógenas, así como 17 detenciones de reporteros gráficos y corresponsales extranjeros.

Estas estadísticas se incrementan a la llegada del Día del Periodista en Venezuela, labor que han tenido que ejercer en uno de los peores momentos para el país, no solo por la situación de protestas y represiones, también por la censura en algunos medios de comunicación.

Para la periodista Pableysa Ostos, corresponsal de El Universal en Guayana, ejercer el periodismo actualmente «es sumamente importante debido a la censura que existe, pero también se ha vuelto muy riesgoso. Lastimosamente los organismos de seguridad ven a los periodistas como enemigos y algunos manifestantes también, pero se debe seguir en la calle, rompiendo las barreras, informando con total responsabilidad y documentando todo lo que se está viviendo».

Periodistas, blanco de la represión

El 10 de abril, el reportero gráfico del medio digital La Patilla, Román Camacho, sufrió una fractura de pierna por el impacto de una bomba lacrimógena disparada por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) mientras reportaba los hechos en Caracas.

El robo de teléfonos celulares, cámaras o intimidación de un funcionario obligando a borrar el material, también ha sido parte de lo que han vivido trabajadores de la prensa. Tan solo en la segunda semana de junio se dieron 15 casos y 19 víctimas.

Durante la medianoche del 2 de mayo llamó la atención una denuncia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), encapuchados habían secuestrado al equipo de Vivo Play, llevados luego a Fuerte Tiuna. Maryuri Andreina González y Guido Villamizar fueron liberados a las horas, pero a sus dos motorizados los mantuvieron detenidos, presentándolos ante tribunales.

En Ciudad Guayan, tres periodistas del Correo del Caroní fueron retenidos por la GNB. El primero fue José Antonio Acevedo cuando transmitía por Periscope la represión del 19 de abril, robándole además sus tres cámaras y celular. El 16 de mayo fue Marcos Valverde durante la violación a la autonomía universitaria de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y el 22 de mayo Germán Dam mientras cubría la fuerte represión en zonas residenciales de la Av. Atlántico de Puerto Ordaz.

GNB de la vista gorda

El 19 de mayo, periodistas en todo el país entregaron un documento a la GNB en cada uno de sus estados, en el que exigían el cese inmediato a las agresiones contra trabajadores de la prensa, exponiendo cada uno de los casos que hasta esa fecha se habían registrado, siendo los funcionarios militares los responsables de tales acciones contra el gremio.

Asimismo, exigieron las respectivas sanciones a miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y que acaten las medidas de protección para una cobertura segura. Sin embargo, a la fecha, nada se ha cumplido ni siquiera como recompensa al gremio ante el tan cercano Día del Periodista en Venezuela.