dia del medicoEl presidente del Colegio de Médicos de Anzoátegui , afirma que 70% de los nuevos profesionales se ha ido del país, por lo que en el Día del Médico no hay nada que celebrar.

Desde el año 1955 el 10 de marzo pasó a ser una fecha especial, es el Día del Médico y fue aprobado por la Federación Médica Venezolana en conmemoración del nacimiento del doctor José María Vargas. “Podemos conmemorar, pero no hay nada que celebrar porque Venezuela vive una crisis humanitaria, afirma el presidente del Colegio de Médicos del estado, Arquímedes Velásquez.

No obstante, comenta que en honor al doctor José María Vargas, a quien se debe la conmemoración de la fecha, por su ejemplar labor en el ejercicio de la medicina, están llamados a honrar su labor. Velásquez sostiene que la crisis humanitaria que se vive en el país, obliga a deponer las celebraciones durante el día del médico para accionar a favor del cambio.

“Un 70% de los nuevos egresados de medicina se ha ido o está haciendo trámites para emigrar del país”, apunta.

Deseos de cambio y lucha

Juan Carlos Badaoui, estudiante del último año de medicina y dirigente juvenil de Voluntad Popular, coincide con el dirigente gremial y califica de muy lamentable el hecho de que profesionales talentosos que el país necesita, tengan que emigrar en busca de oportunidades que les son negadas.

Refiere que en el Hospital Luis Razetti, principal centro asistencial del estado, donde completa su formación como médico, el comedor tiene cuatro meses sin funcionar.

“Los familiares de los pacientes deben asumir los costos de la alimentación que ascienden a 7 u 8 mil bolívares diarios”, señala, acotando que es inhumano, tomando en cuenta que el ingreso mínimo de un trabajador es de poco más de 11 mil bolívares.

A ello según explica, se suma el peregrinar diario hasta por ocho farmacias en busca de medicamentos e insumos, debido a que el recinto hospitalario carece hasta de lo más esencial.

“Lo único gratuito es la muerte”, dijo para añadir que ante un panorama tan incierto, quedarse en Venezuela es una decisión difícil, porque con vocación los médicos no pueden curar a paciente alguno.