Semáforos dañados en Guayana atrae el trabajo infantil, pasando desapercibido para el gobierno.
Deberían estar estudiando, pero no, están trabajando, siendo todavía menores de edad, y aunque la Ley Orgánica de Protección al Niño y Adolescente (Lopna) prohíbe el trabajo infantil, para el gobierno pasa desapercibido y su misma ineficiencia con los servicios públicos incrementa esta lamentable realidad. Los semáforos dañados en Guayana se han convertido en la central laboral.
Cada vez son más los semáforos dañados en Ciudad Guayana, la alcaldía del municipio Caroní pareciera no estar al tanto, y ni ha arreglado los que tienen meses averiados, los recientes mucho menos, pero son los menores de edad, en su mayoría en situación de calle los que han tomado el control de la situación.
Dirigen el tráfico, tal cual como fiscales de tránsito, recibiendo por ello propinas que les dan los choferes por ese trabajo infantil.
“No apoyo el trabajo infantil, aunque ellos (los menores de edad) no le están haciendo daño a nadie con eso de dirigir el tráfico en los semáforos, más bien está cumpliendo con el trabajo que deberían hacer los verdaderos fiscales de tránsito, y la alcaldía que tiene a la ciudad hecha un caos”, expuso David Benavides, taxista.
La remuneración económica
¿Cuánto ganan? Algunos de ellos dicen que 500 bolívares o más, todo depende de la propina, cuántas horas trabajen y hasta del tráfico vehicular. También dependerá si exigen tarifa mínima, pues están al tanto de la devaluación de la moneda y la inflación. “Con billetes de a dos a cinco bolívares no compramos nada”, dice uno de ellos, certificando que prefieren que la propina sea de 10 bolívares en adelante, aunque no siempre es la regla.
“El gobierno debería poner mayor atención al trabajo infantil, esos niños y adolescentes no deberían estar en las calles trabajando, sino formándose académicamente, se supone que ellos son el futuro del país”, manifestó Saray Vera, ama de casa e instructora de tareas dirigidas,