desercion escolarSegún cifras del Colegio de Profesores del estado Táchira, la deserción escolar en la zona se ubica en el 80% debido a la pobreza y las pésimas políticas del gobierno en materia de educación, que mantiene los planteles en ruinas, sin dotación y abandonados.

Niños y jóvenes están abandonando la escuela y la deserción escolar en Táchira se ubica en 80 por ciento. Los útiles escolares son un bien incomprable para una familia que gana sueldo mínimo y tiene uno o más hijos, por la avasallante inflación de Venezuela, la más alta del mundo. Pero durante décadas el Estado venezolano tenían un programa social que donaba bolsos escolares con los útiles básicos a cada estudiante de los planteles públicos, sin embargo desde hace dos años, dice el docente Javier Tarazona, ese bulto no llega al Táchira.

¿Abajo la escuela?

Tarazona representa al Colegio de Profesores del Táchira, dice que desde hace unos cinco años o menos, comenzaron a cerrarse instituciones educativas para «remodelarlas», y los estudiantes y docentes eran trasladados a otros planteles, incluso lejos de las comunidades de origen, lo que generó una gran deserción escolar, porque no podían movilizarse debido a los costos que implica el transporte.

La mudanza de la matrícula a otras sedes se planteó temporal, pero no fue así. Pasaron los años y no se reparaban las estructuras, o, se comenzaba la obra que jamás concluía.

“Esto pasa debido al proceso de remodelación y ampliación de escuelas y liceos que inició el presidente Hugo Chávez, (fallecido), pero que nunca concretó en su totalidad, y generó que muchos planteles quedaran con obras a medias y el problema que se aspiraba mejorar, se redimensionó con peores consecuencias”.

Obligan a educarse entre ruinas

Javier Tarazona dice que la Zona Educativa, ente rector de la educación en cada estado de Venezuela, ordenó en el caso del Táchira, que los estudiantes volvieran a su escuela de origen para este año escolar, que inició el pasado septiembre, pero sin terminar las obras, y en edificaciones aún más carentes que cuando los estudiantes se fueron aspirando la rehabilitación de su escuela o liceo.

“El estado de los planteles hace que muchos deserten. Los que pueden se van al sistema privado, otros se dedican a la economía informal o lamentablemente al delito. Eso es lo más grave”.

Tarazona se basa en una investigación que viene desarrollando el Colegio de Profesores de la región.

A la infraestructura en ruinas de las instituciones educativas se suma la falta de dotación, “ni de una escoba dotan a las escuelas, menos de jabón o implementos de limpieza”, asegura el profesor tachirense.

Un rosario de planteles

Como ejemplos de estas obras inconclusas o apenas iniciadas, cita Tarazona el liceo Francisco Alvarado, debieron ir a recibir clases al Ramón J Velásquez, mientras reparaban la institución. En el insigne liceo Pedro María Morantes en La Concordia, pasó lo mismo, los estudiantes tuvieron que emigrar. Volvieron a su sede en condiciones deplorables, “no hay ni siquiera espacio para las prácticas de educación física y recreación”.

Otros ejemplos de esta decidía es el liceo Gonzalo Méndez que funciona en el barrio Madre Juana, la escuela Arístides Garbiras, de San Cristóbal, la que solo exhibe unas columnas levantadas de una infraestructura que se empezó hace más de 5 años.

Mencionó El liceo Luis López Méndez de Táriba, también está en crisis, y una gran valla cuelga en su entrada donde se muestra que se ampliará y rehabilitará, pero no se ha hecho.

La escuela Carlos Soublette, en el municipio Torbes, es otro ejemplo de abandono por parte del Estado, con condiciones inhumanas para albergar 600 niños en la mañana, e igual número de jóvenes en la tarde, cuando funciona el liceo.

El gobernador pagando artistas internacionales y sin escuelas

Observó Tarazona que en vez de baños hay letrinas en muchos planteles, y señaló como grotesco que ante tales circunstancias el gobernador Vielma Mora realiza una fiesta con artistas internacionales, el pasado fin de semana donde se pagaron grandes cantidades de dinero, “sin importante cómo, viven, crecen y se educa el futuro del país”, agregó.