saludEl gobierno de Maduro convierte en letra muerta la Constitución Nacional, en la que se señala de forma expresa que el Estado debe garantizar la salud a la población.

Aunque la Constitucional Nacional establece que es un deber del Estado, garantizar la salud a la población y un derecho de la ciudadanía contar con un idóneo sistema de salud público, para el pueblo llano, se trata de letra muerta porque en la práctica, desde hace muchos años, en el país la salud está en terapia intensiva.

La Carta Magna en su artículo 83 expresa que la salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. “El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios”.

Continúa el texto fundamental, “todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa”… ¿Pero con qué se come eso? se pregunta Marleni Martínez, cuya hija de 21 años fue diagnosticada con Leucemia hace 14 años, cuando apenas contaba con 7 añitos. Afirma que desde entonces inició su lucha contra el cáncer, pero acota que nunca fue tan cruel como ahora.

“Vivo encomendando a mi hija Mardelín a Dios y a la virgen, porque desde el 2 de diciembre tuvo una recaída y no hay forma de hacerle el tratamiento porque no hay medicamentos y tampoco insumos”.

El caso de Mardelín es solo uno entre miles de pacientes con enfermedades crónicas y ella es afortuna, muchos han muerto en espera de tratamiento: “La única alternativa que nos han dejado, es la protesta, la calle», comenta la atribulada madre con las manos en la cabeza, quien no obstante aún está esperanzada.

Sin miedo porque la vida hace rato que está en riesgo

Al ciudadano de a pie le toca agarrar la calle y alzar la voz para demandar al Estado que asuma su papel. Han sido años de despilfarro y corrupción sin orden ni planificación, ahora están chillando ante los tiempos de vacas flacas, para los cuales no se prepararon creyendo que el chorro de petrodólares permanecería abierto.

Este es el criterio expresado por Gladis Kumbos, una de las tantas mujeres anzoatiguenses resteadas con la verdad y la necesidad de que el país reaccione para presionar la salida de Nicolás Maduro por vía constitucional. Desde la Organización No Gubernamental (ONG) Libertad Anzoátegui, Gladis Kumbos junto a un grupo de mujeres y hombres del estado, ha librado una batalla por el rescate del derecho a la salud, vapuleado por el gobierno.

Recuerda que cuando Hugo Chávez vivía, fue puesta en boga la Misión Barrio Adentro, la cual a su juicio fue impulsada más como “negocio” y forma de dar cabida a los cubanos en el país, que como alternativa para mejorar la red de atención primaria de alud, hoy abandonada.

Si hay voluntad habrá salidas

Oneida Guaipe, dirigente sindical del sector salud y diputada de la Asamblea Nacional, no titubea al calificar la situación del sector como «muy crítica”, pero aunque el pronóstico sea reservado, cree que hay salidas.

Entre las opciones por las que la legisladora se pasea para que la se salga del cuadro agónico actual, destaca la necesidad de que el tema sea sacado del debate político partidista.

“Hay que fortalecer la atención primaria, dotando de insumos, equipos, medicinas y recurso humano los ambulatorios urbanos y rurales”.

La reanudación de los programas del materno infantil, de planificación familiar y otros hoy extintos, dirigidos al fortalecimiento de la calidad de atención a la población, es otro punto de partida para la acción según la diputada.

Sugiere que se contrate a expertos en el área para que el servicio cuente con calidad y hace énfasis en la necesidad del concurso público para que sean los mejores quienes participen.