Aunque los venezolanos son fieles a las tradiciones, cumplir con las de fin de año puede desajustar el presupuesto
Un estreno de ropa para año nuevo puede salir en Bs. 50 mil buscando una opción económica; un conjunto de prendas íntimas puede alcanzar los 30 mil. Estas dos, son tradiciones venezolanas para el 31 de diciembre; sin embargo, esta Navidad la crisis económica las compromete.
Lo mismo ocurre con la compra de uvas para pedir deseos con las 12 campanadas previas a la llegada del nuevo año. Un kilo de nacionales se consigue en Bs. 2.000 y las importadas hasta en 5.000 dependiendo del lugar.
Una señora consultada en un automercado en Caracas dijo que su forma de celebrar el 31 de diciembre ha cambiado en los últimos dos años por la crisis económica.
«Uvas yo más nunca compré. Los deseos los pide uno mentalmente. Si ya el año pasado era difícil, este es imposible», afirmó.
Una botella de espumante se vende entre 6 mil y 150 mil bolívares. El encargado de una licorería en Caracas indicó que el champán original lo compran con muy poca frecuencia.
«Lo que más sale son los vinos Cava; los más baratos. La gente sigue buscando licores para Navidad, aunque a veces mantienen la cantidad, es baja la calidad de los productos que se llevan», explicó.