El hambre en Venezuela sigue cobrando la vida de menores de edad, sobre todo en los sectores más desasistidos.
En menos de un mes cuatro niños en el estado Bolívar han fallecido por el hambre en Venezuela. Hasta el 1 de febrero se contabilizan dos fallecidos por desnutrición en San Félix, Ciudad Guayana, pero para este viernes ya la cifra había aumentado a cuatro víctimas.
La primera víctima de 2017 que murió por el hambre en Venezuela fue Keiner Iván Cardozo Millán de un año y cuatro meses, vivía en el sector Brisas del Sur en San Félix. Luego, el domingo 29 de enero, el turno fue de una pequeña de siete meses, Orangelis Figuera, cuyo estado de deterioro de su salud fue tal que uno de sus ojos se le desprendió.
Entre el martes y el miércoles, según informaron galenos del hospital de Guaiparo en San Félix, bajo anonimato, murieron otros dos niños, Joelvis Quijada, de un mes de nacido, y Santiago Velásquez, de tres meses.
Pobreza en común
Las víctimas tenían cosas en comunes, una familia de escasos recursos y poca alimentación, pues además de la escasez de alimentos, sus familiares tampoco cuentan con el dinero para adquirir comida a sobreprecio, menos para recibir una atención de salud de primera. La falta de medicinas y equipos médicos también jugaron en su contra.
Es de recordar que en 2016 también murieron dos niños por desnutrición en San Félix. Para entonces, la bancada opositora de la Asamblea Nacional estimaba que 28 niños morían diariamente por el hambre en Venezuela.
Sin embargo, esto contrasta con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ubica a Venezuela en el cuatro lugar de países de Latinoamérica y el Caribe con menos desnutrición infantil.
En 2016, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó su informe de 2015 en el que reconoce el aumento de la pobreza en Venezuela, precisando que al 87% de los venezolanos no les alcanza el dinero para comprar alimentos.