“No me importa, no me importa pasar este puente mil veces mas, no me importa ver la cara de los guardias que han destruido mi país, no me importa cargar maletas y creer que me encuentro en un juego de caminar de arriba a bajo…. ¡No me importa!, ¡Pero jamás dejare de ir a Venezuela!, jamás dejare que mi hija Martina no ame mi país. Algún día espero cruzar este puente de regreso, para nunca mas salir”.

Son las palabras de Maryi Sanchez, una mujer apasionada y luchadora por el país que la vio nacer y crecer. En el 2005 Maryi salió de Venezuela buscando nuevos horizontes, explorando otros aires, nuevas corrientes, recorriendo distintos caminos. Lo comparto con ustedes ya que la he conocido y esto es lo que me ha contado.

¿Por qué no quedarse en Venezuela?.» La inseguridad y los secuestros me llevaron a tomar nuevos rumbos, viví en Francia, estudie allí. Luego me fui a Colombia donde complemente mis estudios, mantuve mi vida durante unos años aquí. Tiempo mas tarde, tenia la fe y la ilusión de que la situación de mi país había cambiado y decido regresar a Venezuela pero lamentablemente encuentre una problemática peor a la que recordaba.

Decido casarme, y al poco tiempo quede embarazada y traje al mundo un hermoso ángel “Martina” y actualmente mi familia y yo residimos en Colombia, el lugar donde he logrado establecerme, personal, social y profesionalmente.

Aun así yo no siento una vida plena y feliz, lucho con y por todo el pueblo venezolano, cada grito de auxilio y de indignación que da Venezuela yo estoy allí, a mi no me importa cruzar una y otra vez un puente, a mi no me importa tener que cruzar ríos y montañas, yo no pierdo la ilusión de regresar a Venezuela y no volver a salir de allí.

Yo no pierdo la esperanza de ver crecer a mi pequeño ángel en el lugar que me vio crecer a mi y que el pasado me hizo tan feliz».

CL