Así es la crisis hospitalaria en Venezuela ante la escasez de insumosLa crisis hospitalaria en Venezuela cierra el año 2016 con falta de insumos médicos, escasez de medicamentos y una grave emergencia sanitaria.

Una simple vista al sector salud nacional es la muestra fehaciente de la grave crisis hospitalaria en Venezuela, sin embargo, el Gobierno nacional ha hecho caso omiso a la situación dejando de lado la primordial atención que estos centros de salud ameritan. Por tal motivo, Venezuela cierra el año 2016 en medio de una emergencia sanitaria debido a la falta de equipos médicos, la escasez de medicamentos e incluso la sorpresiva reparación de enfermedades endémicas como la malaria y difteria.

Mientras la canciller de Venezuela Delcy Rodríguez asegura que el 93% de divisas de la cooperación Cuba – Venezuela está dirigido al sector salud en los hospitales públicos, es otra la realidad. Hay más de 76% de desabastecimiento de insumos y una escasez total de antibióticos, antiepilépticos, anticonvulsivos, analgésicos y aun así el Gobierno nacional se niega a abrir el Canal Humanitario.

El panorama en la mayoría de las emergencias de los centros hospitalarios es desgarrador, pues miles de venezolanos acuden a diario a buscar la cura a sus males, pero el deterioro de las infraestructuras, el colapso total debido a la demanda de pacientes y la corrupción interna han ocasionado que más de uno muera esperando una atención oportuna.

230 mil bolívares por una operación en el Hospital Universitario de Maracaibo

El Hospital Universitario de Maracaibo es conocido como el “Monstruo de Maracaibo” debido a su gran infraestructura, pero el calificativo también se apega a lo que internamente se vive en ese centro de salud, pues este es dirigido por los Colectivos 4F, un grupo revolucionario que atenta contra la integridad de quienes, bien sea pacientes o médicos y hasta figuras gubernamentales, se atrevan a mostrar la realidad que ocultan dentro de sus desteñidas paredes azules.

Ser operado en ese centro asistencial puede costar un ojo de la cara, o bien la suma de hasta 200 mil bolívares, pues días atrás fue sorprendido en plena flagrancia uno de los trabajadores que negociaba una fuerte cantidad de dinero a cambio de la operación, sin mayor protocolo, a un joven, sin embargo, hoy, el negocio continúa.

“En la puerta me pidieron 230 mil bolívares para una operación de la vesícula”

“No tengo para pagarlos, fui al Hospital General del Sur y no hay cupo, en el Adolfo Pon’s tampoco, no sé de dónde puedo sacar el dinero y mientras tanto mi hermana sufriendo”, manifiesta una paciente de este centro de salud en el bloque de consulta externa.

El pasado 8 de diciembre más de 144 pacientes de la Unidad de Diálisis de ese mismo centro de salud protestaron por la falta de una planta de osmosis para purificar el agua de las diálisis ya que aseveraron que están siendo intervenidos con agua contaminada, por lo cual se sienten amenazados ya que han fallecido algunos pacientes por septicemia, y a pesar de las denuncias y la protesta la planta nunca llegó por lo que el panorama continúa siendo letal.

“El Hospital Chiquinquirá está tétrico”

La organización Human Rights Watch aseguró en un informe que las tasas de mortalidad infantil y materna en 2016 son altas en comparación a los años anteriores, debido a las condiciones insalubres de los hospitales, a esto se le suman los 225 casos de muerte por desnutrición infantil en Zulia, denunciados por la diputada Nora Bracho, los cuales estremecieron a la opinión pública y pusieron nuevamente en el ojo del huracán al Hospital Chiquinquirá de Maracaibo.

Este es el centro de salud que más casos recibe de niños con cuadros de desnutrición provenientes de las zonas rurales del estado. En la actualidad los índices persisten, ya no sólo en niños sino en adultos, así lo aseguró un médico cooperante quien asevera que ese centro de salud es uno de los que lidera la crisis hospitalaria en Venezuela.

“El Hospital Chiquinquirá está tétrico aquí no hay ni reactivos para diagnosticar”

“¡El área pediátrica de desnutrición da dolor! Porque es que en este hospital no hay nada, el servicio de emergencia y el resto de las áreas no tienen materiales, no hay ni una inyectadora, el área de hospitalización está sin aire, los pacientes sufren más y nosotros con todo el dolor del mundo no podemos hacer mucho, ni siquiera unos baños para que los pacientes hagan sus necesidades hay, las camas están dañadas y muchas de las ventanas ni vidrio tienen”, sentencia el médico cooperante.

Impotencia médica en Falcón

El ambulatorio Héctor Sánchez ubicado en Pantano Abajo en la ciudad de Coro, estado Falcón, tampoco se escapa a la crisis hospitalaria en Venezuela, pues entre robos y con lo poco que distribuyen a ese centro asistencial los médicos hacen malabares para poder cumplir con su labor.

“Aquí hay múltiples fallas, primero que no se cambia ni un colchón ni una cama desde hace años”

“Por ser un ambulatorio tipo 2 debería funcionar sala de parto y no la hay por problemas de infraestructura, los aires acondicionados de la institución no sirven porque se dañaron hace meses y nadie les ha hecho mantenimiento…, el problema de los medicamentos es otra situación difícil pues no son suficientes para atender la demanda de pacientes, no hay solución 0,9 tampoco yelcos, ni analgésicos para el dolor, no hay ni un simple captopril para bajar la tensión tampoco hay antibiótico endovenoso para hospitalizar pacientes…. por otra parte, la inseguridad que aqueja a la institución es contundente porque no tenemos ni un policía que haga guardias nocturnas con el personal de salud aquí adentro”, afirma el médico cooperante.

Los hospitales en todo el territorio nacional se encuentran en estado crítico por la desinversión del Gobierno nacional, pues en la mayoría de los centros públicos de salud las parturientas tienen que compartir las camas con otras mujeres, otros pacientes están hacinados en las habitaciones y se contaminan con bacterias en los pabellones.

No solo se trata de la escasez de insumos y medicamentos, sino, de casos como la malaria los cuales continúan en ascenso pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los índices se han triplicado en cinco años y esto se debe a que no hay planes preventivos ni medicinas suficientes para contrarrestar el avance de la enfermedad.

Y la problemática se acrecienta ante un escenario en el que tanto el Gobierno nacional como su representación en la ministra de Salud Luisana Melo no hacen nada al respecto.