Psicólogos y psiquiatras coinciden en que la crisis humanitaria en Venezuela mantiene a los venezolanos con exceso de estrés.

La crisis humanitaria en Venezuela deja sus estragos. Ya no se le puede considerar como uno de los países más felices del mundo, por mucho que los venezolanos se esfuercen en mantener su buen sentido del humor, ni el dicho “al mal tiempo, buena cara”. De acuerdo con el informe de Distribución de la Felicidad Mundial, Venezuela se ubica en el puesto 44 entre 157 países más felices. Aunque está dentro de los primeros 50, su posición inicialmente estaba en el puesto 23.

Con ello se reporta un aumento en los casos de estrés, ansiedad y depresión en la población, cuyas causas se terminan concentrando en un motivo en común: la crisis humanitaria en Venezuela.

De acuerdo con una investigación de la psicóloga social Yorelis Acosta sobre las emociones más comunes en los venezolanos, un “39,3% de los zulianos siente tristeza, 25,3% rabia y 15% miedo; en Lara 31,4% tiene esperanza y 29,4% siente tristeza; en Portuguesa 38,5% siente resignación, 22% rabia, seguido de miedo y tristeza; en Nueva Esparta 28,1% tienen miedo y 15,5% tristeza, seguido además de rabia y expectativas; en Yaracuy la emoción número uno es la expectativa, seguida de la rabia; y en Anzoátegui prevalece la rabia y la tristeza”.

En Caracas se divide en 24.6 % de tristeza y 20% de miedo en la clase media; mientras que en los sectores populares predomina la esperanza con 29,6% y la expectativa 18,7%. En Táchira, Bolívar y Amazonas predominan las emociones negativas.

Casos de suicidio también aumentan

Casos de presuntos suicidios se han registrado en Bolívar, aunque no necesariamente están ligados al tema de la crisis humanitaria en Venezuela. Uno de ellos, según relataron familiares del occiso (de quien se solicitó conservar su identidad) venía presentando problemas en su hogar por la falta de dinero.

“No tenía empleo, se le hacía difícil llegar a su casa con comida y pagar las cuentas. Nosotros a veces lo ayudábamos, pero ese día que se quitó la vida fue cuando la mujer (su esposa) le dijo que no regresara más si no traía nada, ella lo presionaba, lo insultaba, lo puso al borde”.

De acuerdo con la psicóloga Ángela Lameda, los problemas en la pareja también se están presentando por el factor económico: “El paciente manifiesta signos de estrés y depresión por problemas maritales, cuyo origen radica en la misma situación país que termina arropándolos y drenándose en la convivencia diaria”.

Vías de escape

Lo preocupante se vuelve con el hecho de que no solo sea detectada la afección, sino que la crisis humanitaria en Venezuela da pocas posibilidades para solventar el problema.

“Yo he tenido que vender mi ropa, tener un trabajo extra en mis tiempos libres para tener un poco más de dinero y comprar comida o completar para pagar luz, agua, condominio, el colegio de los niños, pero eso también me resta tiempo con la familia”, cuenta Elizabeth Loreto, madre de tres hijos.

Las recomendaciones de los especialistas incluyen buscar mecanismos de descarga, como las redes sociales, donde generalmente la gente manifiesta toda su molestia y se desahoga. Asimismo, recomiendan evitar estar solos y tratar de mantener las interacciones con sus allegados y conocidos.

La especialista Yolirma Vaccaro afirma que “la depresión es tratable y a menudo con muy buenos resultados. Cuando no se trata correctamente aumenta el riesgo para otras enfermedades físicas. Los fármacos antidepresivos son seguros (…) el tratamiento adecuado de la depresión ofrece los siguientes beneficios: mejora la calidad de vida, mejora las relaciones interpersonales, mejora el desempeño laboral, prevención de las adicciones, ya que las personas con depresión tienen mayor riesgo de abuso de alcohol y drogas, mejora la salud física, reduce el riesgo de nuevos episodios y previene el suicidio”.