Los geriátricos del Táchira, donde habitan muchos ancianos sin hogar o de bajos recursos, están sufriendo las consecuencias de la crisis económica…. El aporte gubernamental es una limosna y subsisten de la caridad humana.
Los geriátricos del estado Táchira, y de otras partes de Venezuela están en crisis y las posibilidades de sostenimiento son escasas. Subsisten de la caridad humana porque los aportes del gobierno son irrisorios, de acuerdo a la denuncia pública que hace el dirigente social Onésimo Duarte, quien plantea como ejemplo, el caso del ancianato “San Martín de Porras”, ubicado en La Victoria población de Rubio, municipio Junín.
El aporte que da la Gobernación del Táchira a los geriátricos, dijo Duarte, es una limosna mínima, que no sirve para suministrar ni siquiera un desayuno a un anciano cuando la cuota se divide entre cada uno de los adultos mayores, que viven o asisten a los geriátricos: “no se puede cubrir las necesidades físicas, mentales y emocionales, los alimentos son lo que donan las personas caritativas, y en algunos también regalan medicamentos».
«Por el tema de la escasez de alimentos y medicinas que es grave en el país, ha disminuido el apoyo. Los ancianos están aguantando hambre”.
Duarte expresó que en el caso del municipio Junín, no se cuenta con servicio médico, ni enfermeras para asistir a los adultos mayores. En el Geriátrico que menciona, en Rubio, viven 60 ancianos, con la ayuda de las religiosas a cargo de la hermana directora Sor Angélica, quienes los asisten, pero se hace insostenible la vida porque la inflación y la escasez las está obligando, incluso, a disminuir la cantidad y calidad de los alimentos de los adultos mayores.