Docentes de instituciones privadas en Puerto Ordaz han renunciado por bajos salarios ante la crisis económica en Venezuela.
La crisis económica en Venezuela atrapa a todos los sectores sin excepción. Las escuelas públicas no son las únicas que evidencian un declive mucho mayor, los colegios privados también se han visto afectados. Constantemente deben aumentar sus matrículas para hacer carrera contra la hiperinflación en el país, pero sigue siendo insuficiente.
Los maestros de las instituciones públicas renuncian frecuentemente por bajos salarios, y los ingresos de los planteles apenas alcanza para cubrir la nómina y gastos básicos.
Recientemente fueron los maestros del Colegio Miguel Otero Silva en Puerto Ordaz los que protestaron por salarios justos. En enero ya habían renunciado por lo menos cuatro docentes. Las clases de natación, computación, inglés y otras actividades extracurriculares están suspendidas por falta de profesores, los pocos que hay no se dan abasto.
La mensualidad no se ha reajustado, menos el salario de los maestros. Estiman que la matricula debía pasar de los 350 mil bolívares para reajustarse, pero en otras instituciones fueron elevadas a 650 mil bolívares mensuales.
Ya un colegio cerró en Puerto Ordaz
En 2016 cerró la Unidad Educativa Colegio Integral Guayana, en Puerto Ordaz; su cierre técnico obedeció a que no resistió la hiperinflación para mantener el plantel a flote. Los trámites administrativos posteriores a la fecha de cierre, quedaron a cargo de la Zona Educativa del estado Bolívar.
La directora del plantel, Luisa Cortina de Arcila, destacó que no se trató de una decisión por capricho, sino por los cuantiosos gastos que hacen imposible la continuidad de las actividades académicas en el colegio, a pesar de tratarse de una escuela privada.
Las mensualidades de los estudiantes no suelen cubrir todos los gastos que requiere la institución para mantenerse en infraestructura y pago de servicios y nómina.