La situación de la salud se agudiza en Venezuela. Los casos de enfermedades graves en los municipios fronterizos se elevan por la falta de medicinas e insumos en farmacias y hospitales.
“La mayor crisis de Venezuela es la salud”, aseguran los habitantes del municipio Junín que colinda con Colombia, en el Táchira.
Explican que la gente se enferma y no consigue medicinas para curarse, “incluso llegan a morir sin que haya cifras oficiales”.
En una sesión ordinaria del Concejo Municipal, un grupo de habitantes de la capital del municipio Junín pidió al Presidente del organismo municipal, que interceda para que el país conozca la situación de esta población “donde la aguda escasez de medicamentos e insumos en los centros de salud y farmacias se ha hecho insoportable”.
El edil les dio la razón y confirmó que la carencia de medicamentos en esta localidad fronteriza supera el 90 por ciento, lo que ocasiona un gran problema en el sector salud.
“Ya la gente no puede cruzar la frontera para comprar un acetaminofén o un calmante porque está cerrada y se requiere de muchos requisitos y justificaciones para poder ir a Colombia, mientras eso pasa, la gente se agrava y muere. Un pueblo no puede vivir así, sin tener la manera de aliviar un dolor”.
“Vielma Mora mire a la frontera”
Por su parte, el concejal Walter Chacón hizo un llamado público al gobernador del Táchira para pedirle que “mire a la frontera y ofrezca respuestas”. Recordó que Vielma Mora ha afirmado en varias ocasiones “que no hay deficiencias mayores en insumos y medicamentos en la entidad”, pero Chacón asegura que el Hospital Padre Justo de Rubio, así como la red de ambulatorios, no pueden seguir funcionando de manera regular, porque no tienen capacidad de brindar respuestas a la población.
“Las enfermedades no esperan respuestas políticas, menos las más graves, como la tensión o el cáncer. La gente, tiene que recorrer gran cantidad de kilómetros buscando farmacias para conseguir parte de la receta médica que le recomiendan para preservar la vida”.
Farmacias vacías
Para el concejal, la red de salud pública venezolana está sumergida en una especie de privatización. Explicó que los pacientes y sus familiares deben a salir a comprar todos los instrumentos y medicinas que se requieren para ser atendidos, “desde un algodón, inyectadoras, hasta el alcohol”.
Desde su tribuna, Walter Chacón hizo un llamado a Vielma Mora para que escuche a los habitantes del municipio Junín, o que visite la zona para comprobar que las Farmacias Sociales en Rubio, que se estrenaron con tanta propagada electoral:
“Son un monumento a la indiferencia, ya que sus anaqueles están vacíos y lo que es peor, cuentan con tres líneas telefónicas para consultas sobre la existencia de medicamentos y los funcionarios adscritos a esas dependencias o no los atienden, o sencillamente mantienen descolgadas las líneas”.