El director de la Policía de Miranda Elisio Guzmán indicó que la crisis alimentaria también afecta a los detenidos en los calabozos de ese cuerpo de seguridad.
La crisis alimentaria en cárcel es mucho más aguda que la se vive en los hogares y en el caso de los calabozos de las policías estadales mayor, pues no existe y nunca ha existido partida presupuestaria para la adquisición de alimentos.
El comisario Elisio Guzmán, director de la Policía de Miranda, explica que en los calabozos hay hacinamiento pues tiene tiene bajo su custodia un total de detenidos que casi duplica la capacidad tope.
Comenta que a diferencia de los penales, en los calabozos de Polimiranda no existen pranes ni ninguna estructura similar, por lo que cuando se trata de comida “la solidaridad” se hace presente, pues son los familiares los únicos responsables de traerles comida y aquellos a los que no les traen reciben algo de sus compañeros de celda.
Al ser consultado sobre los índices de desnutrición que evidencian los detenidos sostuvo que cuando han tenido casos son sometidos a controles médicos.
“No hemos tenido ningún caso de desnutrición extrema que ponga en peligro la vida del detenido. Si tuvimos una persona con tuberculosis que recibió un beneficio por parte del juez”.
Asegura que “los alimentos los comparten entre todos. Pero sin duda que las raciones son reducidas porque la crisis alimentaria está afuera, y los alimentos son difíciles y costosos de adquirir,” expuso el funcionario.
Expone que enfermedades como la tuberculosis se hacen presente porque está relacionada con la falta de una buena alimentación y de las propias bacterias que se generan dentro de los calabozos debido al hacinamiento.
30% de los Polimiranda cuidan presos
Explicó que la gran cantidad de detenidos en calabozos de la Policía de Miranda han obligado a disponer del 30% de los funcionarios para labores de resguardo de estos calabozos.
Explicó que la crisis alimentaria en cárcel se agudiza con la presencia de el gran número de detenidos, algunos ya a las ordenes de los tribunales de ejecución, los cuales a pesar de tener penas, no han sido trasladados a los Penales pues una autoridad administrativa dice que no los va a recibir.
Indica en este sentido que tiene personas con más de 4 años cumpliendo pena dentro de los calabozos de Polimiranda que no son aceptados en los penales por falta de espacio, sin embargo advierte que de llegar a suceder algún tipo de fuga de los detenidos, de inmediato consiguen espacios en las cárceles para enviar a los policías, de allí el cuidado que tienen en resguardar los calabozos a su cargo donde están 199 detenidos a las ordenes de los tribunales de control y 6 a las ordenes de los de ejecución.