Adquirir repuestos para carro en Venezuela se convirtió en imposible para conductores ante un alza de 1000 %.

Los altos costos de repuestos hacen imposible mantener un carro en Venezuela o al menos el gasto que genera un vehículo es como mantener a tres familias, según aseguró un proveedor de autopartes que no termina de acostumbrarse a decir “no hay” al 70 % de los pedidos de las casas comerciales.

El gobierno nacional adeuda más de 58 millones de dólares al sector autopartes, según denunció a finales de febrero Giuseppe Penélope, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra). Desde hace más de dos años no se adjudican las divisas necesarias para la importación, por lo que el representante señaló que están prácticamente paralizados con las importaciones y la producción nacional. Canidra planteó la situación a la Asamblea Nacional y los ministerios correspondientes.

Desde junio de 2015 no proceden subastas y les adeudan más de 43 millones de dólares que dejaron de ser adjudicados.

Escasez acentuada a finales de 2015

La escasez de partes y piezas automotrices se acentuó a finales de 2015, aseguró Wilfredo Ochoa, trabajador de una casa de repuestos en Maracay, con 17 años de experiencia en el ramo.

“Ni siquiera cuando el paro petrolero de 2002 las piezas se habían desaparecido, los negocios mantenían su stock”, dijo el vendedor quien no dudó en asegurar que el aumento en los costos de repuestos para carros ya se ubica en un mil por ciento.

Ochoa señaló que de los pedidos solo les llega el 30% y a la muestra estuvo que a las 11:30 de la mañana no se había concretado la primera venta del día aunque en unos 20 minutos mientras elcorreodelorinoco.com concretaba la entrevista, llegaron unos seis conductores en demanda de piezas. La respuesta fue siempre la misma: ¡No hay!

Ante la dificultad de encontrar repuestos para los carros, Ochoa está convencido de que conductores optan por la reconstrucción de bases de motor, reparación de partes eléctricas, amortiguadores “no les queda otra opción que reconstruir, reparar las piezas que se puedan sino, venden el carro”.

Como ejemplo citó la escasez de aceite que en un mes solo llegó una caja con 12 unidades cuando para unos 100 carros.

Mantener una casa de repuestos se convirtió en una ardua tarea. Abrir un nuevo establecimiento del ramo es imposible, no subsiste, dijo Ochoa, quien en base al manejo de los costos, consideró que una nueva casa comercial debe tener una venta mínima mensual de un millón de bolívares y solo en impuestos se le va la mitad de la ganancia.

A la escasez se le suma que el poco pedido que llega siempre tiene un incremento entre 10 y 15% por lo que trabajan hasta donde pueden llegar.

Repuestos chinos son malos pero no queda otra que comprarlos

Ubicar un repuesto original también es prácticamente imposible. No hay bolsillo que aguante los altos precios cuando se logran conseguir después de recorrer cualquier cantidad de tiendas. En Venezuela solo se consiguen piezas hechas en China, que a juicio de Wilfredo Ochoa, no sirven pero es lo que hay y los conductores tienen que resolver con lo que encuentran, así tengan que adquirir la pieza varias veces porque se dañan constantemente.

Antes se cambiaban cuatro cauchos con media vida

Para uno de los conductores que prefirió mantener en reserva su identidad, es imposible mantener un carro en Venezuela. Dijo que tiene un sobrino, profesional de la ingeniería, devenga 40 mil bolívares mensuales, aún no tiene carga familiar y el dinero no le alcanza para mantener su vehículo.

“Antes ni siquiera los cauchos se dejaban gastar, cuando les quedaba media vida uno cambiaba los cuatro y dejaba las chivas en el mismo negocio porque nadie compraba eso. Ahora comprar una chiva es un realero y conseguir un caucho nuevo es casi imposible para el bolsillo”.

La crítica situación ha llevado a conductores a optar por el “rayado” de los cauchos, sitios especializados donde se encargan de labrar las líneas de los neumáticos para que fiscales de tránsito no paren a los conductores ni los multen por los cauchos lisos.

Hay que comprar lo que se consigue

Gustavo Quintero es mecánico y aunque asegura que siempre tiene trabajo, los carros quedan varados en el taller por más de tres semanas a la espera de repuestos. Mientras tanto, es dinero parado.

“Ahora hay que comprar lo que se consigue, hay que zanquear, buscar mejores precios, es una barbaridad. No es ganancia un carro que dure 15 días, dos o tres meses en el taller”. La mano de obra más económica se ubica en mil bolívares y consiste en cambiar una bobina, por ejemplo, pero el mecánico asegura que muchas personas optan por aprender el oficio para reparar las fallas.

Fabio Segarra, técnico superior en Tecnología Automotriz, no dudó en asegurar que es extremadamente costoso mantener un vehículo. Afortunadamente se ahorra la mano de obra, pero solo en la adquisición de repuestos el bolsillo tiembla.

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“Hay que comprar los repuestos que ahora son de mala calidad, no son como antes, normalmente los que se consiguen son repuestos chinos, los montas el lunes y ya el viernes no sirve. Eso trae como consecuencia que el ámbito mecánico se está vulgarmente rayando, porque dicen que montamos repuestos de mala calidad, pero solo lo montamos, no los fabricamos”.