bombillos ahorradoresAdquirir los bombillos ahorradores implica desprenderse mínimo de mil 600 bolívares, por lo que en muchos hogares han vuelto a las luminarias incandescentes porque cuestan menos y no contaminan.

El ahorro energético no puede ser un simple slogan y por tanto, el Estado está llamado a convertirlo en una política que debería comenzar por subsidiar (no regalar) los llamados bombillos ahorradores, cuyo costo atenta contra todo propósito de racionar el consumo de energía eléctrica.

La Misión Revolución Energética puesta en boga en noviembre de 2006, tenía entre sus objetivos fundamentales, la sustitución de los bombillos incandescentes por ahorradores, para disminuir el consumo de electricidad. Los dispositivos de 75 vatios permiten un ahorro de hasta 70% del consumo y su vida útil puede ser de 50.000 horas.

Como en casi todas las iniciativas del gobierno socialista, la Misión Energética fue sacudida por la corrupción y falta de gerencia, de ahí que la utilización de bombillos ahorradores comenzó a flaquear, porque los dispositivos no llegaban donde tenían que ir.

“El Estado debe subsidiar los bombillos ahorradores, no regalarlos, porque entonces el ahorro se convierte es una carga más», apunta Juan García, secretario ejecutivo de la Federación Eléctrica de Venezuela, FETRAELEC. Observa el dirigente sindical que existen dos aspectos que conspiran contra la permanencia de este programa: «La contaminación que de acuerdo con expertos generan los bombillos ahorradores por su contenido de mercurio, en caso de que no sean desechados correctamente y la inflación que los ha vuelto incomprables».

Un ojo de la cara

En la tienda Todo Hogar, ubicada en la avenida Guzmán Lander de Barcelona, las luminarias de luz blanca u ahorradoras, van desde 1300 bolívares hasta 6 mil y más, lo que impacta a los usuarios.

“Yo gano 4 mil 600 quincenales, es decir que todavía tendría que poner mil 400 bolívares para poder comprar ese bombillo”, comentó Ivonne Arteaga impactada por el precio.

Un bombillo incandescente puede costar entre 450 y 550 bolívares un precio todavía accesible, pero de los ahorradores el más barato cuesta mil 600 bolívares. “Yo continuaré con los incandescentes porque mi ingreso no me permite pagar más debombillos ahorradores mil bolívares por un bombillo, si lo hago ilumino la casa, ahorro energía, pero no comemos”, sostuvo Norys Martínez, una docente que dijo devengar menos de 9 mil bolívares mensuales.

Un recorrido realizado por el equipo de elcorreodelorinoco.com por diversos establecimientos comerciales de Barcelona, Lechería y Puerto La Cruz, permitió constatar que no es posible adquirir un bombillo de luz blanca por menos de mil 600 bolívares, lo cual constituye un contrasentido en momentos en los que se está exigiendo a la población reducir el consumo eléctrico.

“Se trata de un llamado a la loca, porque si un Estado pretende que la gente realmente ahorre energía, lo primero que debe hacer es abaratar los costos de los dispositivos que apuntan en ese sentido».

«Pero aquí como todo, la cosa es al revés y ahora los costos nos ponen a comprar la luz brillante que implica mayor gasto energético, pero no golpea tanto el bolsillo”, precisó la docente.