Guayana tiene un alcalde preso por presuntos hechos de corrupción, delito que sigue ahogando a la ciudad en el abandono y la miseria.
El alcalde de Guayana continúa detenido, desde su aprehensión el 27 de septiembre de 2015, por presuntos hechos de corrupción en su gestión, al que están vinculadas 18 personas más como posibles cómplices, tres de ellas ya privadas de libertad. Mientras tanto, la ciudad cada día se sumerge más en el abandono, evidenciado en el déficit y hasta ausencia de servicios públicos básicos.
¿Por qué fue detenido el alcalde?
A José Ramón López Rondón se le acusa de tres delitos: peculado doloso, por unos recursos aprobados para la compra de una ambulancia y camión de bomberos que a la fecha no fue adquirido, aunque justifica que se debe a la falta de aprobación de divisas preferenciales; el segundo es concierto de funcionario público con contratista; y el tercero, evasión de proceso licitatorio.
Ciertamente, la alcaldía concedía contratos preferenciales a empresas contratistas, propiedad de familiares o allegados de funcionarios de la municipalidad, violando las leyes municipales.
Problemas sin atender
Lo más grave del asunto no es la detención de la máxima autoridad municipal, sino del abandono en la ciudad, para lo cual el alcalde encargado, Eriberto Aguilera, pareciera tampoco acordarse de las necesidades de los ciudadanos.
Todas las parroquias del municipio Caroní presentan problemas similares, unos más graves que otros, pero todos coinciden en una cosa: la falta de respuesta por parte de las autoridades.
Julio Ferrer es habitante de la parroquia Vista al Sol. Denuncia que mientras el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien ocupa actualmente el gobierno en Guayana, “se pelea el botín de la alcaldía”, los ciudadanos son quienes padecen las consecuencias de la desidia y mal administración de los recursos públicos.
“En Vista al Sol se nos va el agua, la electricidad, hay un alto costo de la vida, la inseguridad ha llegado a índices inimaginables y para eso el Gobierno no tiene respuesta”, reclamó.
Ferrer no olvida el problema de la escasez y el desabastecimiento, sobre el que asegura ha sido el principal detonante en la molestia de los guayaneses y los venezolanos en general.
“Ciudad gótica”
Dirigentes juveniles también se han pronunciado en rechazo al desgobierno y la corrupción que ha sucumbido a Guayana en lo que considera la ruina.
Vito Habib, quien es concejal y dirigente juvenil de Voluntad Popular, cuestionó las peleas internas en el PSUV por la alcaldía, sin que eso signifique mejoras para esta urbe, conocida como la primera ciudad planificada en Venezuela.
Recuerda que el año pasado se instalaron una especie de dos alcaldías paralelas, con la creación de Corpo San Félix y la entrega de competencias de la Municipalidad a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), ambas prometían transformar a Guayana en una tacita de plata, pero el remedio fue peor que la enfermedad, la ciudad cada día está más sucia y nadie se hace responsable.
“Guayana pasó de ser una ciudad modelo, reconocida internacionalmente como referencia en planificación y progreso, a ser una ciudad gótica, abandona y colmada de basura, además de inseguridad”, deploró Habib.