Corpoelec ha dado un giro a la vida de los venezolanos, quienes se han visto obligados a cambiar sus hábitos y costumbres para no tener que sucumbir en la oscuridad.
Para los venezolanos no ha sido fácil el tener que lidiar con Corpoelec, o lo que es lo mismo, la Corporación Eléctrica Nacional S.A., empresa que la mayoría tilda de ineficiente, al no haber dado pie con bola en cuanto a previsión se refiere para evitar la reedición de la crisis eléctrica en el país por falta de lluvia.
Carlos Betencourt es un joven ingeniero de sistemas y presta servicios a una conocida empresa distribuidora del sector automotríz. Según refiere, los constantes apagones aplicados por Corpoelec,le han obligado a invertir su horario.
«Llevo ya 6 semanas, desde que arreciaron los apagones trabajando por las noches porque es la única forma de avanzar, de día no puedo, porque la luz se va a cualquier hora por hasta tres horas», dijo para acotar que no solo es la falta de luz, sino también la afección que sufre la plataforma de internet, servicio que también está vuelto un desastre.
Bachar Kobrosly, ex presidente de la Cámara de Comeciantes de Barcelona, ha hecho reiterados llamados a la gerencia de Corpoelec, de manera que publiquen el cronograma por sector y horario de los racionamiientos eléctricos.
«Lo más sano es que avisen sobre los cortes, para que tanto los comerciantes como la comunidad se preparen y tomen sus previsiones».
En el caso de los comerciantes, advierte que los racionamientos se traducen en pérdidas porque muy poca gente acude a los centros comerciales cuando no hay luz, aunque éstos tengan plantas eléctricas, porque los puntos de venta no funcionan y la inseguridad impide a la población cargar dinero en efectivo.
El comerciante sostiene que han estado bailando al son que toca Corpoelec, abriendo la tienda cuando hay electricidad, pero cuando sobreviene el apagón se retiran. «Prácticamente estamos trabajando pura familia porque no se puede pagar sueldo a un empleado que no va a poder trabajar el horario establecido».
A Lo dicho por Kobrosly, se suma el testimonio de Raúl Betencourt, propietario de un centro de comunicaciones, en Nueva Barcelona, quien señala que se han visto en la necesidad de establecer tres turnos, para poder permanecer de puertas abiertas.
«Tuvimos que hacerlo, porque de lo contrario, no podíamos sufragar los gastos, porque ya el negocio no no está dando ganancias, todo lo contrario, muchas veces se nos queman los equipos por los bajones de electricidad».
La vida cotidiana también se ha visto afectada, María Elena Rodríguez imprevistos en horas de la mañana, se las ha visto negras para poder hacer frente a la alimentación de sus familia.
«Mi esposo y yo ahora cocinamos durante el fin de semana cuanto podemos para dejar la comida lista solo para calentar en la semana».
Observa que en varias ocasiones tuvieron que salir a comer a la calle, ante la imposibilidad de poder cocinar, pero el descalabro del presupuesto fue tal, que tuvieron que cambiar las salidas los sábados y domingos, por la cocina, decisión que no gustó mucho a sus niños y que siempre recuerdan a la empresa que la motivó: Corpoelec.
Hidrocaribe no se queda atrás
Si el servicio que ofrece Corpoelec en deficiente, el de la empresa estatal del agua, Hidrocaribe, no es precisamente de calidad, por el contrario en zonas populares como El Viñedo, la Orquídea Mesones y Troconal, por referir sólo algunos, el vital líquido brilla por su ausencia y por las tuberías, solo sale aire y sedimentos.
El ama de casa, Yoleida Chávez sostiene que cuando se corre la voz de que Hidrocaribe mandará agua, en su casa se establecen horarios para llenar los tanques y pipotes con el indispensable fluido.
«A veces dormimos por raticos para poder llenar, nadie se puede dormir, porque eso implica, si llega el agua y no se logra recoger, pasar días de sed, pues resulta imposible pagar lo que piden por un camión cisterna».