El fiscal designado por la ANC, Tarek William Saab, al emitir su pronunciamiento y decisiones en torno a la contratación del llamado “buque fantasma” de PDVSA, pasa por alto el contrato previo de la plataforma semi sumergible que estuvo plagado de irregularidades y que ahora se encuentra bajo investigación federal en los Estados Unidos. Los responsables de la primera contratación y algunos de los que participaron en la segunda no han sido tocados por la justicia ‘selectiva’ del Ministerio Público venezolano.

La contratación de arrendamiento del buque fantasma Petrosaudí Saturn—también denominado barco taladro Songa Saturn— a la empresa PetroSaudi Oil Services (Venezuela) Ltd. por parte de PDVSA Servicios, S.A. del 21 de agosto de 2010, es un hecho derivado del accidente que sufriera la plataforma Aban Pearl el 13 de abril de 2010 cuando esta se hundió en las costas del oriental estado Sucre. Se trataba de una gabarra propiedad de la empresa Aban Offshore Co., de la India, la cual había sido alquilada a Petróleos de Venezuela en 2008 por un período de cinco años para la exploración y explotación de gas natural, como parte del proyecto Mariscal Sucre. Una operación que se transó con la intermediación de la PetroMarine Energy Services LTD., compañía registrada en Singapur en agosto de 2008, poco antes de firmarse el contrato.

Este hecho es silenciado por la fiscalía general a cargo de Tarek William Saab, quien no ha hecho referencia al contrato inicial que -inclusive- fue presentado con evidencias por diputados de la Asamblea Nacional que pidieron para el momento al Ministerio Público presidido por Luisa Ortega Díaz, averiguar las irregularidades de la contratación de la cuales acusaban directamente al presidente de PDVSA, Rafael Ramírez Carreño, al presidente de la filial, PDVSA Servicios S.A, Luis Figueroa y a la representante que firmó el contrato por la empresa Petro Marine Energy Services LTD, Krishna Nittala.

Por Maibort Petit/Venezuela al Día
@maibortpetit

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