Empresarios denuncian que a pesar de los controles impuestos por las autoridades de ambos países, se impone el contrabando de productos colombianos y la ilegalidad.
Nunca como ahora prolifera el contrabando de productos colombianos a Venezuela y viceversa. Así lo reconoce el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de esta ciudad fronteriza, Carlos Luna, quien señala que la llegada masiva de venezolanos no ha traído los beneficios aspirados debido al desorden y la improvisación como se ha implementado la reapertura fronteriza.
Luna suma sus quejas a la de otros sectores para quienes los límites entre ambos países, han caído en un limbo político y económico que beneficia a la ilegalidad y no a quienes trabajan legalmente y pagan sus impuestos.
La frontera entre el Táchira y Colombia se ha visto impactada por una cifra de 40 mil personas que cruzan caminando los puentes “Simón Bolívar” y “Francisco de Paula Santander”.
Según Migración Colombia, más de 11 millones de venezolanos, un tercio de la población del país, ha cruzado caminando este paso desde el pasado 13 de agosto.
Pero estas cifras pudieran ser mayores porque solamente reflejan a quienes se han registrado con la Tarjeta Migratoria de paso fronterizo. Como lo reconoció un funcionario en el mismo puente, “son muchos los que obvian este requisito formal”. La magnitud del éxodo supera con creces la capacidad de control de las autoridades colombianas.
Ni la Policía Nacional, el Ejército, la Dirección de Aduanas o Migración han podido con el problema, especialmente cuando las autoridades venezolanas han abandonado en la práctica la supervisión y control en estos mismos puntos de paso.
Más allá del contrabando de productos colombianos
Carlos Luna, considera que el tema de complementariedad e integración debe ir más allá de los discursos. A su juicio el cierre de frontera y la reapertura no trajo soluciones efectivas a los viejos problemas de inseguridad y contrabando por lo que se debe normalizar el paso de carga.
“El impacto económico de esta dinámica económica es muy grande, pero, lamentablemente, esto no se ha hecho de la forma que esperábamos: era una apertura gradual que debía terminar en una apertura total de la frontera para el tránsito de carga, de mercancías para recuperar los niveles de exportación e intercambio”.
“Como nunca se está contrabandeando por las trochas fronterizas mientras el intercambio legal se está haciendo de manera muy restringida.”
Comerciantes consultados indican que la debilidad del bolívar frente al peso, alienta el contrabando de productos venezolanos ya que estos productos, carne y medicinas fundamentalmente, resultan mejor “moneda” para el cambio que el mismo bolívar.