El municipio portuario está de fiesta, pero sus habitantes nada tienen que celebrar. A pesar de las denuncias continúa la severa contaminación ambiental en la zona.

Los casos por problemas respiratorios en Guanta han ido en aumento durante los últimos años, esta situación es originada por los casos de contaminación ambiental producto de la emanación de gases y partículas procedente de la actividad cementera en la cercana población de Pertigalete.

Guanta, localidad anzoatiguense ubicada a 330 kilómetros al este de Caracas, centra su economía en dos grandes centros, el portuario y el cementero. Pero este último a raíz de la entrega de la trasnacional a manos del estado ha agravado los problemas de contaminación por la referida emanación de partículas.

La salud de los guanteños se ha visto comprometida por la falta de mantenimiento en los filtros de la empresa, las afecciones respiratorias son las más comunes. Por ello el edil opositor en la Cámara Municipal Luis Gil ha denunciado en varias oportunidades esta situación.

La última vez que hizo pública la situación fue en el mes de febrero, cuando entregó a los parlamentarios anzoatiguenses un informe sobre la situación por la que atraviesa la empresa en torno a la contaminación ambiental.

“En reiteradas oportunidades hemos denunciado los graves riesgos que la población guanteña enfrenta ante la carencia de planes de mantenimiento y renovación de los equipos en la Corporación Venezolana Socialista del Cemento”.

Cero modernización

Habitantes y trabajadores de la empresa, señalan que desde el año 2007, la empresa parece estancada en la falta de producción y planes que ayuden a evitar el incremento de las partículas de polvo en el ambiente. Se han presentado muchos proyectos en torno al tema, pero al mismo tiempo se han quedado sin ser aplicados.

“Sabemos que para la fabricación del cemento se requiere piedra caliza, la cual emana mucho polvo, pero sabemos que la empresa no está aplicando los planes de protección del medio ambiente de manera responsable” destaca Omar Torres, ex empleado de la cementera.

La población se mantiene alarmada constantemente, pues ante esta situación se ven indefensos por la falta de medicamentos para atacar enfermedades bronquiales. Los más pequeños suelen ser los más vulnerables por la situación.

“Sabemos de muchos niños que están afectados por esta situación, han generado una especie de alergia crónica y lo peor es que no hay medicinas para controlar esa situación” refiere Marta Gómez, habitante de la localidad.

Durante los últimos años, diversos movimientos ecológicos han presionado tanto a la población como a los dirigentes políticos para que les apoyen en la iniciativa de mudar a otro lugar la mencionada empresa, a pesar de los esfuerzos hasta ahora no han alcanzado proyectar su propuesta.

“Nosotros dependemos mucho de esa empresa, es una de las principales fuentes de empleo por eso es que no queremos que se vaya, pero si se puede establecer un plan para evitar que contamine o que su impacto sea menor” agrega Miguel García, habitante y trabajador de la localidad.

Nacionalización errada

En reiteradas oportunidades, el concejal Luis Gil, integrante de la fracción de Primero Justicia ha destacado que los objetivos por los cuales fue nacionalizada la empresa en el año 2007 no se han cumplido.

“El fallecido presidente Chávez indicó que la nacionalización permitiría mejorar la situación económica del país y la distribución de cemento en Venezuela, sin embargo hoy no se consigue cemento y lo poco que existe está a precios elevados. Lo único que ha acentuado es la contaminación ambiental” agrega el edil

El pasado mes de marzo, Gil acompañado por un grupo de personas hizo entrega a los parlamentarios anzoatiguenses en la sede de la Asamblea Nacional, la propuesta para iniciar una investigación en dicha institución por lo que ocurre en Guanta.

“No es la primera vez que escuchamos sobre el tema, pero sabemos que hay un profundo interés por investigar a fondo esta situación que está dañando la salud de los guanteños” destaca un diputado al parlamento nacional.

Por lo pronto a los habitantes del municipio portuario, les resta buscar medidas para disminuir el impacto negativo y rogar por que se apruebe el plan de modernización de la empresa a fin de instalar novedosos equipos que capturen las partículas que van al ambiente.