Los Consejos Comunales manejan cada vez más qué, quiénes, cómo y cuándo se compra en un Pdval, por lo que comprar alimentos ahí es cada vez más difícil. Desde 2014 ya había que poner la huella y comprar el día de la semana que te tocaba por número de cédula, pero ahora hay que estar registrado en los Consejos Comunales y llevarte sólo la cantidad que ellos dicen.
Los Consejos Comunales manejan cada vez más qué, quiénes, cómo y cuándo se compra en un Pdval. Pedro López, taxista de Anaco, nos cuenta que por donde vive, un barrio popular de tres calles, “el Consejo Comunal nos tiene organizados y nos dan un número para que podamos ir a comprar en el Pdval de nuestra zona”.
Este trabajador del taxi explica que nadie que no esté registrado en ese Consejo Comunal puede ir a comprar a ese Pdval. “Así, la situación se está poniendo cada día más tensa”, añade.
María Lozano vive en Barinitas y cuenta exactamente lo mismo.
“Estamos organizados por los Consejos Comunales, ellos nos hacen un censo y nos autorizan a comprar sólo el día que nos toca en el PDVAL que nos toca, según nuestro número de cédula”.
Al parecer, la excusa es “garantizar que no vengan personas de otros barrios y otros Consejos Comunales” pero María señala que si un día estás del otro lado de la ciudad y “necesitas comprar algo no puedes, porque ese no es tu Pdval, sólo puedes comprar en el tuyo”.
Vecinos de Mérida cuentan que en la zona pasa lo mismo. “Ayer fui a un Pdval que no era el mío y después de que hice la cola para llevarme un kilo de arroz, cuando fui a pagar después de poner mi huella digital, me dijeron que ese no era mi Pdval y que hace una semana ya había comprado un kilo de arroz en mi Pdval”.