En un país que ocupaba el primer lugar de Latinoamérica en consumo de productos de higiene personal y cosméticos, no ubicar desodorante, no conseguir jabón de baño, talco y otros productos, es muy angustioso, pero la cruda realidad venezolana cambia radicalmente su forma de vivir y ser, como dice Nora Altuve, de San Cristóbal, estado Táchira.
“Con estos calores, hasta 40 grados me quiero bañar hasta tres veces al día, pero tengo meses sin conseguir jabón de baño. No sé si llorar o resignarme”.
Cuando llega jabón a cadenas de tienda como Farmatodo las colas pueden ser hasta de 4 y 5 horas, los aspirantes a llevar el producto llegan desde las cinco de la madrugada a riesgo de ser víctimas del hampa. Ya no duermen haciendo las filas porque el gobierno prohibió la pernocta.
Nora Altuve dice que nunca pensó que llegaría a tanto su vida en su propio país, con tantas carencias.
“No hay papel higiénico, conseguirlo es un sacrificio muy grande, igual con desodorante y sin jabón nos toca bañarnos con pura agüita, aunque uno sienta que no se bañó. Lo que nos pasa mija, no tiene nombre”.
Hasta Bs. 1990 y más
Betina Hernández también se queja de no conseguir jabón, “vi uno en la perfumería, líquido, ¿pero quién tiene 1.990 bolívares para comprarlo? Lo que más sufro es por no conseguir jabón para mi hijo de 2 años, cómo lo baño y lo refresco sin jabón, y no hay productos infantiles en ninguna parte. Siento que sufrimos mucho con esto, pero sobre todo lo siento por los niños que de nada tienen culpa”.
“Es que jabón de baño no hay ni en el Bicentenario, ni Mercal (tiendas del gobierno) hace tiempo que no veo ahí, y yo voy seguido porque no puedo pagar a los bachaqueros (revendedores), porque la plata no alcanza y me toca hacer colas hasta de 6 y 7 horas algunas veces. Pero jabón de baño, ni sé si existe en Venezuela”.